“No obstante que ya han pasado varios años desde que fueron vertidos dichos comentarios, han servido para fomentar una cultura discriminatoria en la sociedad, toda vez que la ‘gordofobia’ limita el acceso al ejercicio pleno de los derechos humanos de las mujeres con cuerpos no hegemónicos, afectando su salud mental, capacidad de desenvolvimiento social, acceso a oportunidades laborales y hasta puede derivar en trastornos alimenticios como son la anorexia, la bulimia o el sobrepeso”, se agrega.