Unas 41 personas fueron asesinadas este martes en la Penitenciaria Nacional Femenina de Adaptación Social (PNFAS). Según reportes no oficiales varias féminas fueron calcinadas, otras heridas de bala y hasta asesinadas a pedradas.
El Ministerio Público, a través de su vocero Yuri Mora, contabilizó, hasta a eso de las 2:30 de la tarde, 41 decesos, sin embargo, no descartaron más muertos con los ingresos al Hospital Escuela.
En varias imágenes que circulan en redes sociales y medios de comunicación, se pueden ver varios cuerpos de mujeres en los pasillo, celdas y baños del centro penitenciario.
La matanza habría iniciado, presuntamente, cuando las reclusas encerraron a varias mujeres rivales y prendieron fuego a los módulos donde estas se encontraban.
De manera preliminar también se maneja que podría deberse a una reacción en contra de las medidas de intervención realizadas desde la Secretaría de Seguridad a los centros penales, luego de las múltiples reyertas reportadas en los centros penales del país desde hace dos meses.
La cárcel, donde se dividen por grupos criminales, se alojan pandilleras de diferentes organizaciones, entre ellas de la Pandilla 18 y la Mara Salvatrucha.
En la misma también residen mujeres que cometieron delitos comunes y otras que esperan a una sentencia o que están en proceso judicial y que les dictaron prisión preventiva.
El Comité Nacional de Prevención contra la Tortura, tratos crueles inhumanos o degradantes, también informó que hay 17 niños y cinco niñas, además de siete mujeres en estado de embarazo.
En la cárcel, que se ubica a 20 kilómetros al norte de Tegucigalpa, exactamente en el Valle de Támara, al norte de Honduras, tiene más de 900 internas, a pesar de que fue construido para 400, una situación ya tradicional en Honduras.
En los últimos 13 años (2009 a 2021), en el sistema penitenciario hondureño han ingresado 4,991 mujeres, diseminadas en 20 cárceles, una estadística preocupante para los colectivos feministas.
En las celdas de bloque fundido y rodeada de barrotes y serpentina, residen mujeres con todo tipo de delitos, las cuales cumplen su condena con ciertas restricciones.
La cárcel está divida en varios módulos, entre ellos los que están destinados para integrantes de maras y pandillas, sin embargo, hasta ahora se desconoce dónde se registró la masacre.
En otros módulos, hay cocinas, panaderías, talleres de costura, belleza, entre otros donde las féminas aprenden oficios para reinsertarse a la sociedad.
Las imágenes mostradas son del archivo de EL HERALDO, las cuales fueron captadas en el 2022; el recinto no incluye los módulos donde permanecen las integrantes de la maras y pandillas que operan en Honduras.
(1) La población femenina en las cárceles se ha duplicado desde 2015. Casi 1,200 están en prisión este 2022. (2) Cefas es evidencia del crecimiento de la cantidad de reclusas al albergar más de 955 reas, cuando tiene capacidad solo para 400. (3) Las prisioneras necesitan ser escuchadas, según psicólogos.