Edgar Guerra Morales aseguraba que su mujer se había marchado a Estados Unidos en compañía de otro hombre, pero solo era una excusa para no revelar que la había matado y así tapar su crimen. El cuerpo de María Inés Pineda Zúniga fue encontrado casi dos meses después debido al mal olor en la vivienda y una fosa que encontró la policía en el patio.
El hombre le había dicho a la familia que su esposa se había fugado con otro hombre hacia los Estados Unidos, ya que al parecer buscaba ocultar su crimen cometido en un aparente arranque de celos.
María Inés Pineda Zúniga (39), residía en Yoro junto a su compañero de hogar en la aldea Punta Ocote, Yoro, sin embargo desde el pasado 20 de diciembre había desaparecido.
La mujer desapareció sin dejar rastro, sin dejarle un mensaje a alguno de sus familiares y sin responder a las llamadas que le hacían, lo cual envolvía en un manto de misterio su paradero.
Los familiares de María Inés -alarmados por no poder saber nada de ella- llegaron a su casa para preguntarle al marido qué había pasado con ella.
Ante los reiterados cuestionamientos el sujeto les aseguró que la mujer “se había marchado a Estados Unidos con otro hombre”, sin embargo su respuesta no terminaba de convencer a sus familiares.
Sus familiares y amigos no podían creer que se hubiera ido sin decirles nada a ellos, sin hacer al menos una llamada para avisarles.
Los días pasaron y se convirtieron en semanas y la familia seguía sin noticias de María Inés, por lo que finalmente reportaron la desaparición de María Inés el 2 de febrero, es decir 44 días después de no saber su paradero.
Había algo además en la vivienda que les llamó la atención, en el lugar se desprendía un olor nauseabundo, mismo que alertó a los vecinos y quienes finalmente dieron la alerta a las autoridades.
Al allanar la casa para investigar la desaparición de la mujer, los agentes investigadores de la Policía Nacional constataron el olor fétido que había en toda la vivienda y encontraron en el patio una fosa pero sin cuerpo.
Todo estaba claro alguien había enterrado ahí un cuerpo, pero debido al mal olor lo había desenterrado para pasarlo a otro lugar.
Tras las acciones policiales el sospechoso fue encontrado in fraganti en el momento en que procedía a quemar el cuerpo en un basurero en un solar baldío y ahí confesó que era el de su esposa.
Se desconoce cómo ocurrió el crimen, pero sus allegados creen que pudo iniciarse por un ataque de celos del sujeto contra su esposa.
Tras la captura el sospechoso será puesto a la orden de las autoridades competentes para que se le realice el trámite correspondiente según lo dicta la ley.