La comisaria de la Guardia Civil, Cristal García Hurtado, asesinada la noche del domingo 17 de marzo, junto con dos de sus escoltas, Itzel Madero y David de Jesús Espinoza.
Los cuerpos fueron hallados torturados, ejecutados y decapitados en la carretera que conecta Pátzcuaro con Uruapan. El vehículo oficial en el que viajaban fue incendiado, en un acto de violencia que ha estremecido a la región.
Cristal García, quien había asumido su cargo hace aproximadamente un año, fue designada directamente por el secretario de Seguridad Pública de Michoacán, General José Alfredo Ortega Reyes.
García, al frente de la Comisaría Regional de Pátzcuaro, era considerada una figura clave en el proyecto de la Guardia Civil, impulsado junto a otras comisarías en la zona.
Los detalles macabros del crimen han consternado a la comunidad. Según fuentes locales, los sicarios emboscaron a García y sus escoltas, perpetrando un ataque violento que incluyó tortura y mutilación de los cuerpos.
Hasta el momento, las autoridades no han brindado información sobre posibles responsables, pero han asegurado que están explorando diversas líneas de investigación relacionadas con las actividades de los policías en la zona y sus movimientos recientes.
La Secretaría de Seguridad Pública local ha condenado enérgicamente el homicidio de sus oficiales y ha emprendido acciones conjuntas con diversas instituciones para garantizar la seguridad en la región.
Patrullajes terrestres y aéreos, así como labores de inteligencia y vigilancia, se están llevando a cabo con el objetivo de identificar a los responsables.
Michoacán, conocido por ser el principal estado productor de aguacate en México, ha sido escenario frecuente de conflictos entre grupos del crimen organizado, incluido el poderoso Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Esta tragedia se suma a una serie de episodios violentos que han sacudido la región en los últimos meses, incluyendo ataques contra militares y candidatos políticos.