“No fue un crimen “pasional”, ni nada por el estilo. Fue un FEMINICIDIO a mano armada de un señor acosador, que por el simple hecho de que le hayan dicho un “no”, le hayan establecido límites y exigido respeto a los demás, fue capaz de arrebatarle la vida a una persona inocente, que lo único que hizo fue EXIGIR respeto hacia mi otra hermana (a quien el señor acosaba y acosó durante días en su trabajo). Un señor que no tuvo escrúpulo alguno para quitarle la vida a una mujer trabajadora, honrada, que siempre veía cómo ofrecerle una mejor vida a su hija a diario. Un señor que evidentemente por su “apellido” tenía poder para hacer lo que quisiera y es lo lamentable en México. El maleante, narco o como quieran etiquetarlo, puede más que todo”, fueron las palabras de la mujer.