Se cree que Zuberi, que también se hace llamar Sakima, Justin Hyche y Justin Kouassi y tenía varios métodos para “obtener el control de sus víctimas”, como recurrir al uso de drogas, hacerse pasar por un policía y ganarse la confianza de las jóvenes, pues se presume que en varias ocasiones abusó de compañeras de vivienda.