¿Rescatado o muerto? La incertidumbre se apoderó de los iraníes este domingo sobre la suerte del presidente Ebrahim Raisi, mientras prosigue la búsqueda de su helicóptero, accidentado en una región montañosa del noroeste del país.
Los iraníes salieron a las calles a rezar por el presidente Ebrahim Raisi y el ministro de Relaciones Exteriores Hossein Amir-Abdollahian en la plaza Valiasr en el centro de Teherán.
Algunos canales de televisión modificaron su programación para seguir la difícil evolución de las labores de rescate, que a última hora de la tarde aún no habían hallado el aparato, desaparecido en la provincia de Azerbaiyán Oriental.
Las cadenas difundían imágenes de la búsqueda, en medio de una espesa neblina, junto con otras de fieles orando en varias mezquitas, especialmente en la ciudad santa de Mashhad, en el este, de donde es oriundo Raisi.
También transmitieron tomas, grabadas por la mañana, en las que aparece Raisi, de 63 años, inaugurando una represa en compañía de su homólogo azerbaiyano, Ilham Aliyev, en la frontera entre ambos países.
En el centro de Teherán, un trabajador del sector privado, Hadi, dijo a la AFP que estaba “profundamente entristecido” por este accidente, cuya “causa todavía se desconoce”.
Raisi “es uno de los servidores del pueblo y deseamos que él y sus compañeros sean encontrados en buen estado de salud”, agregó el hombre, de 37 años.
El ministro del Interior, Ahmad Vahidi, explicó que la larga espera se debía a las complicadas condiciones en las que se desarrolla la búsqueda, en “una zona con mucha pendiente y boscosa”, “bajo una fuerte lluvia” y con “una visibilidad muy limitada”.
“Esperamos que, con las plegarias, consigamos llegar al lugar del accidente lo más rápido posible”, añadió.
La principal autoridad de la República Islámica, el ayatolá Ali Jamenei, instó a los iraníes a “orar” y a esperar “que Dios devuelva al presidente y a sus compañeros a los brazos de la nación”.
“El pueblo iraní no debe preocuparse, no habrá ninguna perturbación” en el país, afirmó el guía supremo.
En las redes sociales, muy utilizadas por los iraníes de todas las edades, el accidente se convirtió rápidamente en el principal tema de conversación.