El asesinato del reconocido cirujano colombiano Edwin Arrieta en Tailandia ha conmocionado a todo el mundo. El hijo del reconocido actor español Rodolfo Sancho actualmente se encuentra bajo la medida de prisión preventiva y podría enfrentar cadena perpetua por el caso. A continuación te contamos algunos detalles de la vida del que fuera uno de los cirujanos plásticos más importantes de Colombia.
Edwin Arrieta Arteaga era originario de Lorica, municipio de Córdoba, Colombia.
El profesional de la medicina tenía 44 años de edad y vivía en el barrio El Recreo en Montería, capital de Córdoba.
Su hermana habló por primera vez luego de que se conociera la muerte del médico y aseguró que era una persona noble y con un corazón generoso.
“Era un excelente hijo, un excelente hermano, tío, amigo. Una persona a quien le gustaba hacer obras de caridad”, aseguró Darling Arrieta, a Caracol.
“Su sueño era conocer el mundo entero, por eso Edwin se la pasaba viajando. Mi mamá siempre estaba preocupada y le decía: ‘Edwin, deja de estar volando tanto’”, mencionó.
Según detallan los medios locales, todos se encuentran conmocionados por la muerte del cirujano, quien fue desmembrado por Daniel Sancho, hijo del reconocido actor español Rodolfo Sancho.
El alcalde de la comunidad de Lorica decretó tres días de duelo en “consideración por el dolor que embarga a los loriqueros”.
Arrieta era reconocido por su labor en la cirugía plástica tanto en su país natal como en Chile, donde también tenía una clínica.
El profesional de la medicina fue criado por una familia trabajadora. Su padre Leobaldo Arrieta se dedicaba a reparar radios y televisores, mientras que su madre Marcela Arteaga era profesora.
Arrieta Arteaga estudió Medicina en Barranquilla, antes de continuar sus estudios en Buenos Aires, donde se convirtió en cirujano plástico.
Fue en el país sudamericano donde adquirió su amor por el polo y los viajes.
Fue esa pasión por los viajes lo que lo llevó a su fatídico final. Los hechos sucedieron en la madrugada del 3 de agosto y todo estaba premeditado. Daniel le habría golpeado en la cara hasta dejarle inconsciente, luego lo trasladó al baño para echarle agua en la cara y que recobrara la consciencia, pero al ver que no respondía comenzó a desmembrar su cuerpo.
Colocó todas las partes en una bolsa grande de tela y en varias de plástico negro. Un proceso que Daniel ha asegurado que tardó “tres horas”.
Además, el cirujano le dio 10,000 euros y una tarjeta de crédito para ayudarle en sus negocios de hostelería.
Daniel se encuentra detenido en Tailandia, donde podría enfrentar una cadena perpetua por la muerte del médico.