Los restos de cuatro miembros de una misma familia, entre ellos dos bebés como se aprecia en la imagen, residentes en Estados Unidos y que fueron víctimas de un hecho violento el pasado 10 de julio en California, fueron sepultados este lunes en su natal San Cayetano Istepeque, en el departamento salvadoreño de San Vicente, a un poco más de 65 kilómetros de la capital.
Las víctimas, dos mujeres y dos menores de edad, fueron despedidas por familiares y amigos. También se realizó un homenaje con música, un acto religioso y habitantes de San Cayetano Istepeque acompañaron las carrozas fúnebres hasta el cementerio.
Felipe Vinicio, un familiar de las víctimas, agradeció durante una misa a familiares y amigos por acompañar a la familia y, sin entrar en detalles, catalogó el hecho contra “estos seres humanos inocentes” como “terrible y aterrador”.
Brenda Natali Morales Killian, de 36 años, Marta Elena Morales de Cárcamo, de 56 años, los menores Willian Killian Morales y Wesley Killian Morales, de 6 y 1 año, respectivamente, vivían en Alameda, California.
Estas personas, de acuerdo con información publicada en diferentes medios, fueron asesinadas a tiros por Shane Parrish Killian, estadounidense de 54 años, esposo de Brenda, yerno de Marta Elena y padre de los menores.
En el hecho violento también fue atacado el padre de la joven Brenda, Miguel Ángel Cárcamo, de 70 años, quien falleció, a causa de las heridas, luego de resistir hasta que llegó la policía y poder contarle lo sucedido.
El esposo, padre y abuelo de las víctimas, fue sepultado la semana pasada, ya que su cuerpo fue repatriado a El Salvador, con el apoyo del Gobierno del país centroamericano, y sepultado en su natal localidad, al igual que el resto de su familia.
Según el medio estadounidense CBS NEWS, el tiroteo ocurrió en Kitty Hawk Road, Alameda, y el suegro del supuesto responsable “logró comunicarse con un vecino y le pidió que llamara al 911, luego resistió para poder delatar a su yerno y luego murió”.
“La policía (indica la información) dijo que su suegro fue encontrado más tarde afuera de la casa, donde le dio información a la policía sobre lo sucedido antes de morir”.
El estadounidense Shane Killian, padre de Brenda y padre de los niños, fue arrestado como sospechoso y acusado de varios delitos graves, señaló la prensa. Enfrenta un total de 16 cargos.
En medio de la consternación por los crímenes, los familiares de las víctimas se preguntan ¿qué fue lo que pasó? ¿Por qué los mató? y ¿Cómo al asesino no le importaron ni sus niños?