Pablo Escobar fue uno de los narcotraficantes más temidos del mundo. La fuga de Escobar el 22 de julio de 1992 de la cárcel La Catedral habría sido el inicio del fin de capo colombiano. Aquí te contamos detalles de su fuga.
Hace 30 años, un 22 de julio de 1992, el narcotraficante colombiano Pablo Escobar, comenzaría a terminar él mismo con su historia, luego de fugarse de La Catedral, la cárcel que él mismo construyó y en la que hizo lo que quiso con “autorización” de las autoridades.
Por más de un año, el capo más temible de la historia de Colombia permaneció en la famosa cárcel La Catedral donde se “encerró” tras acordar con el gobierno de César Gaviria una salida legal para evitar la extradición hacia Estados Unidos.
Escobar se había entregado a la justicia tras un acuerdo con el gobierno del presidente César Gaviria a cambio de no ser extraditado a Estados Unidos.
Se dice que fue el mismo Pablo Escobar el que compró los terrenos donde construyó la cárcel con sus especificaciones y estuvo recluido en compañía de sus sicarios y hombres de confianza. Tenía jacuzzi, discotecas, salas de descanso y varias excentridades
Pablo Escobar ingresó a La Catedral el 19 de junio de 1991, sin embargo, pese a estar “encerrado” continuó con su actividad criminal, además recibió constantemente visitas de mujeres y amigos.
Desde la cárcel, Escobar ordenó asesinatos, envió grandes cantidades de droga hacia Estados Unidos, mató a enemigos y socios, lo que terminó siendo su mayor fracaso y lo que dio paso a que se iniciara su captura.
Así se veía el interior de ‘la cárcel privada de Escobar’.
Fernando Galeano y Gerardo “Kiko” Moncada, socios y amigos de Escobar, ingresaron a la cárcel en un camión con doble fondo y fueron asesinados al interior de la prisión. Los familiares de las víctimas no se quedaron quietas y denunciaron ante las autoridades lo ocurrido, por lo que se le exigió al presidente Gaviria sacar de la cárcel al narcotraficante.
Por órdenes del presidente Gaviria, y tras varias presiones, el Ejército intentó tomar posesión de la cárcel el 21 de julio de 1992 a las 10:00 de la noche, sin embargo, Escobar tenía otros planes y los esperaba fuertemente armado.
Se conoce que tras un enfrentamiento, a eso de la 1:00 de la mañana del miércoles 22 de julio de 2022, el capo colombiano y nueve de sus hombres se fugaron de La Catedral en medio de la niebla y con ayuda de algunos militares.
Como la cárcel fue construida a gusto de Escobar, se conoció que uno de los muros que sostenía una malla se seguridad exterior de la prisión había sido construida de yeso y no de concreto para que le sirviera al capo en una emergencia.
Luego de confirmarse su fuga, Escobar comenzó a ser parte de los hombres más buscados a nivel mundial. La DEA lo buscó desde entonces y llegó a ofrecer una recompensa de 10 millones de dólares para quien lo entregara.
En los allanamiento al interior de La Catedral se encontraron caletas de armas, dólares y droga, aparatos de comunicación, líneas telefónicas, telescopios, centrales de buscapersonas y hasta casas de muñecas Manuela, la hija menor del capo.
Tras la fuga, se inició una intensa persecución que duró un año y medio. Escobar seguía trabajando, pero esta vez desde las sombras.
Finalmente el 2 de diciembre de 1993 la DEA encontró al capo colombiano luego de interceptar una llamada que él sostenía con su hijo, luego que su familia estuviera siendo “cuidada” por las autoridades tras negárseles asilo en Alemania.
Del paradero de Pablo Escobar solo se volvió a saber el día en el que el Bloque de Búsqueda lo mató en el tejado de un exclusivo sector de Medellín, el 2 de diciembre de 1993.