“¿Por qué me tocó ella como mamá...?, ¿por qué mi mamá no me quiere...?”, se cuestionaba llorando el pequeño Iván todas las noches. Una vez lograron convencer a la mamá de que viera al niño para que compartiera con ella, pero nunca llegó. Iván estuvo tres años en el centro y no aprobó ningún grado, todos los años salía reprobado, porque él quería estar en la costa norte con su madre, no quería ir a clases, solo pasaba en las hortalizas que tiene la casa hogar. Después, fue entregado a la familia solidaria. Hoy es un muchacho de 20 años y está por ingresar a la universidad, pero la mamá nunca aceptó criarlo. Pese a ello, él confiesa que si se la encuentra en las calles de Tela le ayudaría.