La captura de Ovidio Guzmán, hijo del narcotraficante mexicano Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, estuvo marcada por un fuerte enfrentamiento entre agentes de seguridad pública y sus lugartenientes, quienes trataron de impedir su traslado. En la casa donde ocurrió el tiroteo, el cual acabó con la vida de más de 20 personas, quedaron esparecidos decenas de casquillos, impactos de bala en paredes y portones, así como vehículos dañados y rastros de sangre. A continuación más detalles.