En un emotivo y doloroso velorio, familiares y amigos se reunieron para despedir a Mía Pamela Cáceres Ordóñez, la joven estudiante de arquitectura fallecida en un trágico accidente vial en Tegucigalpa.
El evento tuvo lugar en Memoriales Amor Eterno, donde el ataúd de Mía estaba cubierto de flores y rodeado de recuerdos de su corta vida.
A las 2:00 de la tarde, se celebró una ceremonia religiosa en la Iglesia Agua en el Desierto, ubicada en Tocoa, departamento de Colón donde la joven era originaria. Su velorio se llevó a cabo en la funeraria “Amor Eterno”.
Durante el servicio, rosas y fotos adornaban el costado del féretro, mientras los presentes, sumidos en la tristeza, recordaban a Mía Pamela Cáceres.
Encima del ataúd, una serie de maquetas que la joven había realizado durante su carrera universitaria destacaban el talento y dedicación que tenía hacia sus estudios de arquitectura.
Mía Pamela, originaria de Tocoa, Colón, había mudado a la capital para continuar su educación superior.
Su vida se truncó en un aparatoso accidente en el anillo periférico de Tegucigalpa, donde el vehículo en el que viajaba quedó completamente destruido.
Las autoridades confirmaron que Mía, quien hubiera cumplido 19 años el próximo 27 de julio, iba en el asiento del copiloto. El exceso de velocidad y el consumo de alcohol fueron factores determinantes en el accidente.
Tras el velorio, el cuerpo de Mía fue trasladado al Cementerio Municipal de Tocoa para su sepultura.
La familia, en un breve comunicado, expresó su agradecimiento a todas las personas que han mostrado su apoyo durante este difícil momento, reconociendo la mano de Dios en sus vidas.
“Agradecemos de todo corazón cada muestra de apoyo con nuestra familia en medio de estos momentos difíciles, pero sabemos que Dios es el que tiene el control”, expresaron.
Así quedó el carro en el que murió la joven estudiante, cuyo cuerpo sin vida quedó atrapado en el amasijo de hierro.