En salas separadas velan a la familia Mejía Acosta, cuatro víctimas de la caída de avión en Roatán
Cuatro féretros para una pareja y sus dos hijas, de tan solo 16 y 11 años, bastaron para llenar las salas de la funeraria con dolor y llanto este marcado 19 de marzo
- 19 de marzo de 2025 a las 10:12

Lo que debería haber sido una celebración del Día del Padre para Carlos Edwin Mejía Ramos, terminó convirtiéndose en su velatorio, el de sus hijas y su esposa. Los cuatro integrantes de la familia murieron en un accidente aéreo que dejó 12 fallecidos en Roatán, Islas de la Bahía.

El regreso de la familia Mejía Acosta, tras su viaje a Roatán, Islas de la Bahía, no ocurrió como estaba planeado. Hoy, cuatro ataúdes con sus cuerpos ocupan las salas de la funeraria Amor Eterno, en el barrio La Curva, Tela, Atlántida.

Compañeros de colegio, amigos de la infancia, colegas de trabajo y familiares de los Mejía Acosta lloran la partida de cuatro grandes personas, a quienes hoy recuerdan con profundo dolor.

Corazones quebrantados, familias destrozadas y sueños truncados fue el saldo de una tragedia ocurrida en Roatán la noche del lunes 17 de marzo, cuando un avión despegó del Aeropuerto Juan Manuel Gálvez de Roatán, con destino al Aeropuerto Internacional Guillermo Anderson (antes Golosón) en La Ceiba, y minutos después cayó al mar.

La familia, originaria de Tela, Atlántida, había viajado a Roatán con la intención de disfrutar unas vacaciones, pero todo terminó en tragedia.

El padre, Carlos Edwin Mejía Ramos (36), su esposa Alba Rosa Acosta Torres (37), y sus dos hijas, Rosmery Nicolle Mejía Acosta (16) y Karla Abigaíl Mejía Acosta (11), están siendo velados en la funeraria “Amor Eterno” en Tela, Atlántida.

Rosmery, estudiante de décimo grado, y Abigaíl, de quinto grado, eran alumnas del Centro Educativo Cristiano Alfonso Milson.

Amigos y familiares de las víctimas llegaron para despedir los cuerpos antes de darles el último adiós, para luego ser enterrados.

El entierro de los miembros de la familia Mejía Acosta está programado para hoy a las 3:00 de la tarde en la comunidad de San Francisco de Saco, en Arizona, Atlántida.

Cabe mencionar que los cuerpos de las hijas están siendo velados en salas diferentes a la de sus padres, ya que, debido al número de cuerpos, el espacio es limitado ante la llegada de familiares y demás acompañantes.

Los compañeros de Rosmery, “Rosy”, como era llamada cariñosamente, la recuerdan como una niña dulce, estudiosa, responsable y una estudiante que siempre les apoyó.

“Ella es mi niña, dicen que falleció el 17/3/25, pero obvio, yo sé que es mentira, ella solo anda en Roatán bañando con sus familiares”, escribió una de sus compañeras horas después de la tragedia, como forma de sumarse a un popular trend de redes sociales.