Con la cercanía de la temporada de descanso, es decir, Semana Santa, miles de visitantes ansían sentir las olas del mar acariciando sus pies o de disfrutar de ese aroma cautivador del café en sus tierras.
Sin embargo, detrás de este merecido disfrute se esconde una realidad ineludible: la importancia de cuidar la salud.
Los médicos, conscientes de esta temporada, empiezan a emitir advertencias y recomendaciones para garantizar que los ciudadanos disfruten de su tiempo libre, junto a sus familias, de manera segura.
Lo primero es cuidarse la piel con repelentes, mantenerse hidratado con abundante agua y suero para combatir los calores.
Hay que evitar a toda costa la exposición excesiva a los rayos solares para prevenir quemaduras e insolaciones.
También recomiendan usar preservativos para no llevarse sorpresas de embarazos o de contagiarse con una ETS (Enfermedad de Transmisión Sexual).
Para la Región Metropolitana de Salud (RMS) del Distrito Central, estos son uno de los principales malestares que se presentan cuando todos retornan de las vacaciones.
O sea que la mayoría de la gente viene con dengue o malaria, afectados por visitar un ambiente poco frecuente.
Algunos llegan a los centros de salud contagiados por una enfermedad sexual, lo que genera un repunte en el cuadro semanal de enfermedades atendidas.
“Digamos que una o dos semanas después de la Semana Santa se nos incrementan los casos tanto de dengue de malaria, la diarreas y otras enfermedades porque la gente viaja a esos lugares endémicos”, comentó un funcionario de la Metropolitana de Salud.
Además, explicó que tienen planificado visitar los centros de recreación familiar para verificar la calidad del agua, la presencia de zancudos y evaluar dónde se depositan las heces fecales de los visitantes.
Según estimaciones del gobierno esperan que unas dos millones de personas puedan movilizarse en el país, pero el restante pueda que no salga.