Los trabajos de remodelación en la avenida Cervantes no frenaron la esperanza de reactivar el comercio de docenas de familias que, con la venta de palmas y cruces, esperan dar un buen inicio a la Semana Santa con el Domingo de Ramos.
Desde el Parque Central, frente a la Catedral San Miguel Arcángel, la presencia del color verde transmitida por las familias que llegaron al Distrito Central nos recuerda la entrada triunfal del hijo de Dios a Jerusalén.
Padres y madres junto a sus hijos, provenientes de municipios aledaños, ofrecen desde ramitas sencillas hasta elaborar las cruces.
Con precios desde diez lempiras hasta unos 25 en el caso de las cruces, el valor es accesible para que todos puedan adquirirlos.
Hay que recordar que los ramos, de acuerdo con las Sagradas Escrituras, fueron utilizados para cubrir el camino que recorrió Jesús cuando llegó a Jerusalén.
Asimismo, las ramas también se utilizan para elaborar la ceniza que se impone en la frente de los creyentes cada Miércoles de Ceniza, como inicio de la cuaresma.
Los humiles vendedores solicitan la colaboración de los feligreses, ya que muchos provienen de otros municipios y, por lo tanto, necesitan vender las palmas para generar ingresos.
Con paciencia y dedicación, de manera artesanal, las cruces son elaboradas por los comerciantes.
Tradicionalmente, los vendedores provienen de municipios como Reitoca y Curarén y llegan a la capital con la esperanza de generar ingresos para subsistir.
Las ventas se intensificaron este viernes y seguirán este fin de semana como parte del preludio que marca el inicio de la Semana Santa 2024.
Uno de los principales motivos de los vendedores, es la falta de recursos para cubrir necesidades básicas como la alimentación, es así que aprovechando la temporada viajan desde sus comunidades a la capital.
Más que el primer día de Semana Santa, el Domingo de Ramos nos recuerda la entrada triunfal de Jesucristo a Jerusalén