TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Aferrada a la idea de formar un hogar y a la espera del nacimiento de su hijo, una madrugada de junio de 2020, Martha (nombre ficticio), de 25 años, despertó al sentir húmeda su cama y vio que la misma estaba manchada de sangre.
Ante la situación, se trasladó de emergencia al Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS), donde le confirmaron que había sido víctima de un aborto espontáneo.
Martha es solo uno de los 36,646 casos que se han reportado desde 2005 hasta 2023, según los datos compartidos por el IHSS que fueron examinados por EL HERALDO. Las estadísticas establecen que cada 24 horas se atienden cuatro abortos en este centro asistencial.
“Cuando los médicos me dieron la noticia, el mundo se me vino encima porque es difícil perder un hijo. Lloré, lloré y lloré... Después viene el trauma de si uno puede o no volver a embarazarse o el miedo de que vuelva a pasar lo mismo”, contó Martha.
Un aborto espontáneo “es la pérdida impulsiva de un feto antes de la semana 20 del embarazo. La pérdida del embarazo después de 20 semanas se llama muerte fetal. Un aborto espontáneo es un suceso que ocurre naturalmente, a diferencia de los abortos con medicamentos o procedimientos de aborto”, de acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.
Este rotativo se concentró solo en los casos que el Seguro Social atiende y se constató que anualmente, en promedio, 1,613 embarazadas son víctimas de estas tragedias tempranas.
Lamentables cifras
Durante 2005, 688 mujeres a nivel nacional sufrieron aborto espontáneo, mientras que en 2006 la cifra aumentó lentamente hasta llegar a los 700 casos.
Para 2007, esta situación comenzó a salirse de control, totalizando 1,886 abortos naturales, lo que representó el 6% de los 36,646 casos registrados de 2005 a 2023.
En 2008, el Seguro Social atendió 2,437 abortos, la cifra más alta en el mismo período de tiempo que incluye el análisis de este rotativo. Al año siguiente, hubo una disminución del 4%, es decir, 1,213 casos.
En los años siguientes, estos casos mantuvieron el mismo promedio hasta 2013, cuando nuevamente hubo un repunte con 2,338 abortos, lo que representó el 8% de los casos solo en ese año.
Desde entonces, Honduras, a través de los casos atendidos en el IHSS, mantiene en la mira este flagelo, pues las estadísticas se han incrementado.
“Las causas del aborto espontáneo son difíciles de determinar exactamente, pero casi nunca es causado por algo que hizo la persona embarazada. Actividades normales como tener sexo, hacer ejercicio, trabajar y tomar la mayoría de los medicamentos no provocan un aborto espontáneo”, explicó el IHSS en una publicación.
Años críticos y pandemia
En 2014, el Seguro Social registró 2,017 abortos; en 2015, 1,579; 2,303 en 2016; y 2,010 en 2017. Para 2018, las estadísticas siguieron siendo alarmantes, pues ese año hubo 1,939 casos, y en 2019 aumentó a 2,319.
“Aún las causas para determinar por qué las hondureñas son víctimas de esto son difíciles de precisar, pero lo cierto es que en los últimos años los casos son muchos y también en los centros privados hay estadísticas elevadas”, dijo el experto en ginecología Marco Urrutia.
Aunque en términos generales, la mayoría de los abortos espontáneos son causados por problemas cromosómicos que hacen imposible el desarrollo del feto. En pocas ocasiones, estos problemas tienen relación con los genes del padre o de la madre, explicaron.
“Alrededor de la mitad del total de los óvulos fecundados muere y se pierde (son abortados) en forma espontánea, casi siempre antes de que la mujer se dé cuenta de que está embarazada. Entre las mujeres que saben que están embarazadas, aproximadamente del 10% al 25% sufrirán un aborto espontáneo. La tasa de este tipo de aborto disminuye después de que se detecta el latido cardíaco del feto”, amplió Urrutia.
El riesgo de aborto espontáneo es más alto en mujeres de mayor edad. El riesgo se incrementa después de los 30 años, se vuelve mucho más grave entre los 35 y los 40 años, y es mayor después de los 40 años.
Un fenómeno extraño ocurrió desde 2020, año en que comenzó la pandemia del COVID-19 en Honduras: los casos disminuyeron.
En 2020, al IHSS llegaron 1,238 casos de abortos espontáneos; en 2021, 1,219; en 2022, 1,913; y en 2023, 1,071.
Expertos explicaron que en pandemia el fenómeno de disminución no fue lo que parece, simplemente es que las personas dejaron de asistir al Seguro por temor a contagiarse de COVID-19.
“Muchas personas buscaron médicos privados o algunas enfermeras solo para saber qué tomar tras confirmar que era un aborto espontáneo y decidieron no llegar a los hospitales, por ello es que las cifras pudieron haber bajado”, argumentó Marco Urrutia.
Carlos Umaña, expresidente de la Asociación de Médicos del Instituto Hondureño de Seguridad Social, especificó que estos casos de abortos en el IHSS son espontáneos, pero hay cierto porcentaje que son provocados y los casos se mandan al Ministerio Público.
“El 99.9% son espontáneos, no hemos tenido mayores pacientes que provoquen el aborto porque es penado por la ley”, manifestó.
EL HERALDO consultó al Ministerio Público cuántos abortos provocados ha denunciado el IHSS, pero hasta la fecha de publicación de este trabajo periodístico, no hubo respuesta.
