TEGUCIGALPA, HONDURAS.- En un ambiente hostil, en medio de una crisis de ingobernabilidad y sin lograr los consensos necesarios aún con las demás fuerzas políticas, los diputados deberán proceder a la celebración de dos elecciones de segundo grado en el Congreso Nacional.
A finales de agosto, los parlamentarios deberán elegir a los dos nuevos titulares de la Fiscalía General de la República, mientras que a inicios de septiembre deberán seleccionar los nuevos tres inquilinos en la Unidad de Financiamiento, Transparencia y Fiscalización a Partidos Políticos y Candidatos.
En ambas elecciones, los parlamentarios deberán lograr la suma del número mágico de 86 votos y los acuerdos necesarios para su nombramiento.
“Yo creo que lo que deberían buscar los políticos es un mediador para buscar los consensos”, recomendó el analista Raúl Pineda Alvarado.
No obstante, pese al nombramiento de dos comisiones multipartidarias, los consensos entre las bancadas siguen siendo nulos, en especial en la elección del fiscal general y adjunto. Se espera que para esta semana ambas mesas de trabajo presenten al pleno de diputados un informe sobre sus respectivas nóminas.
“La responsabilidad del diálogo para el tema del fiscal corresponde al partido de gobierno”, expresó la diputada nacionalista Leda Pagán.
Por su parte, el diputado liberal Marlon Lara indicó que “en el Partido Liberal estamos listos para elegir al nuevo fiscal, para lograrlo deben de construirse los consensos necesarios entre las fuerzas políticas”.
A escasos diez días para que concluya agosto, las diversas fuerzas políticas en el CN siguen sin develar a quiénes apoyarán de la nómina de cinco candidatos, no obstante, la posición de las bancadas coincide al manifestar que no apoyarán a un fiscal general y adjunto a la medida de Libre.