Honduras

Análisis: ¿Por qué la alianza entre Libre y Salvador de Honduras solo duró un año?

Los analistas explican a EL HERALDO qué llevó a que se fraccionara la alianza entre el Partido Salvador de Honduras y Libre
16.10.2022

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Peleas, fricciones y relaciones incómodas han rodeado, durante nueve meses de gestión del gobierno de Xiomara Castro, la alianza entre Libertad y Refundación (Libre) y el Partido Salvador de Honduras (PSH), que en su momento logró uno de los actos más importantes de democracia en Honduras.

Ahora solo quedan los fragmentos de la unión denominada “del pueblo” que pretendía lograr una “reconstrucción de un Estado fuerte”.

Hace aproximadamente tres días se cumplió un año desde que los entonces candidatos presidenciales, Xiomara Castro y Salvador Nasralla, actuando como líderes de sus partidos, decidieron unir fuerzas firmando un acuerdo para derribar en las elecciones generales del 2021 al Partido Nacional que llevaba 12 años gobernando.

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El convenio también fue suscrito por el actual secretario de Desarrollo Económico, Pedro Barquero, del PSH, y el ahora asesor presidencial, Manuel Zelaya, por Libre.

No obstante, la separación más que inminente del oficialismo fue confirmada por Mel Zelaya que declaró que los acuerdos estaban rotos desde el momento en que Nasralla le faltó el respeto a él, a la presidenta y a las decisiones que se tomaban en su gobierno.

“Si ustedes escuchan las declaraciones de Salvador Nasralla, desde mi punto de vista como firmante de la alianza, él ya rompió la alianza, la ha roto desde el momento que nos insulta a nosotros mismos, que insulta al partido Libre y menosprecia todo lo que está haciendo”, comenzó mencionando Zelaya.

Por su parte, Nasralla reiteró una vez más que el acuerdo que firmaron el 13 de octubre no se está respetando, en el sentido de que trabajarían en conjunto como una unión integrada, cosa que hasta el momento no sucede.

“Ahí dice que íbamos a trabajar juntos, que los nombramientos los íbamos a realizar conjuntamente Xiomara Castro y yo. Yo no hice ningún nombramiento con Xiomara Castro”, declaró.

Un sin fin de dimes y diretes entre Salvador y Mel han desvanecido su relación durante los últimos meses, pero en ese sentido, ¿cuál sería la razón para que se dé por terminado el acuerdo que firmaron hace un año? EL HERALDO consultó a tres analistas para profundizar el caso.

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“Una alianza pegada con saliva”

En opinión del analista político, Olban Valladares, debió de haber desde el principio un consenso entre las bases de Libre y del PSH, puesto que las alianzas deben de tener criterios compartidos para no derivar en una crisis.

“Las alianzas no se dan entre contrarios, lo que se hace entre contrarios es llegar a un arreglo de no agresión, pero no funcionan y yo siempre he dicho que las alianzas que no cuentan con la unidad de criterios en las bases, están pegadas con saliva”, explicó a EL HERALDO.

Según Valladares, Libre y PSH poseen una mezcla de opiniones particulares que dicen estar en una sola línea pero que “en la práctica no se toleran”.

En ese sentido, el experto recuerda que desde el inicio del gobierno de Xiomara Castro ya existían disputas por la presidencia del Congreso Nacional.

Y es que, mediante el pacto que firmaron en la alianza, ambos partidos acordaron que la presidencia del Congreso Nacional estaría dada a un diputado del Partido Salvador de Honduras, en ese caso se eligió a Luis Redondo, pero al menos 20 parlamentarios de Libertad y Refundación se aliaron con el Partido Nacional y Partido Liberal para nombrar como presidente provisional a Jorge Cálix.

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En un acto sin precedentes en Honduras, Redondo fue juramentado como presidente del Congreso Nacional y simultáneamente también realizó el mismo procedimiento Cálix.

La diferencia fue el lugar, Luis Redondo realizó el acto en el salón de sesiones del poder Legislativo, mientras que Jorge Cálix lo hizo en una sesión en Bosques de Zambrano, a unos 40 kilómetros al norte de la capital hondureña.

A partir de ese momento, el país se tornó bajo un panorama de incertidumbre que desató una crisis legislativa, misma que llegó a su fin el 7 de febrero con un acuerdo entre Cálix y Libre en el que aceptó desistir de su aspiración a dirigir el Legislativo.

En opinión de Valladares la inexperiencia de ambos líderes políticos, los hace cometer errores que desde ya ponen en riesgo la continuidad de Libre en el poder.

“Esa inexperiencia de ambos, porque también Libre nunca ha estado en el poder, los hace cometer una serie de errores tácticos y estratégicos que seguramente ya pusieron en riesgo su continuidad en el poder en las próximas elecciones, porque parece ser que no les ha caído el veinte en el sentido de que no cuentan con un caudal electoral lo suficiente como para sentirse seguros de que puedan mantener esa cuestión”, declaró.

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“Una alianza coyuntural que ya cumplió su objetivo”

Casi desde el principio de la gestión del actual gobierno, Salvador Nasralla ha dicho que la familia presidencial no respetó lo que se firmó en el acuerdo en lo que respecta a tomar decisiones juntos como una fuerza política.

Para el analista, Raúl Pineda, que Nasralla piense que Libre iba a abrirle paso para que gobernará junto a Xiomara Castro fue totalmente ingenuo de su parte.

“Para entender que Libre iba abrir espacio para que él gobernase con la señora Castro era francamente ingenuo, eso no pasó, eso no va pasar y hoy lo que le corresponde a Nasralla es empezar a trabajar en la estructuración de su partido y entrar en la próxima contienda electoral” aseguró a EL HERALDO.

En ese aspecto Pineda es claro, la alianza ya cumplió su propósito que fue ganar las elecciones del 2021, después de eso lo que quedan son dos partidos que no tienen nada que ganar.

“La alianza surge por una coyuntura de interés de sacar a Juan Orlando Hernández del poder y funcionó, hasta ahí llegó la razón real de su existencia, el problema se complica cuando Libre incumple su palabra y cuando Nasralla pretende cogobernar con Libre lo que genera una confrontación en la que ninguna de los dos partidos tiene nada que ganar, expresó.

El estudioso manifiesta que Libre y el PSH no lograran acercamiento más que para asuntos relacionados a obtener apoyo en el Congreso Nacional.

“Para ciertos asuntos van a tener que volver a coincidir, en ciertos intereses, precisamente porque la otra opción es apoyar el Partido Nacional cosa que veo extremadamente remota”, afirmó.

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“No existió tiempo para negociar una alianza”

Menos de 45 días faltaban para las elecciones y el tiempo legal para inscribir en el Consejo Nacional Electoral la alianza había transcurrido, sin embargo esto no impidió que se formara una “alianza de hecho” entre los partidos. Salvador Nasralla renunció a su candidatura presidencial y se unió a la fórmula de Xiomara Castro como candidata presidencial.

De acuerdo al director del Instituto Holandés para la Democracia Multipartidaria (NIMD, por sus siglas en inglés), Luis León, el hecho de que todo se haya hecho tan rápidamente explica el problema en el que hoy se encuentra la “alianza de oposición”.

“Yo creo que lo que no hubo fue un plan claro de cómo iban a operar. Lo que no hubo fue una visión clara de cuando se ganará, todo se centró en el fuera JOH (Juan Orlando Hernández) y una vez que JOH saliera no había una idea de qué iba pasar y ahí están los resultados”, aseveró León a EL HERALDO.

Por otra parte, algo que el especialista resalta es que la alianza carecía de toda legalidad, puesto fue de “hecho”.

No obstante, no es primera vez que Xiomara Castro y Nasralla se unen políticamente, en el 2017 junto al Partido Innovación y Unidad Social Demócrata (PINU) tenían el objetivo de sacar a Juan Orlando Hernández del poder, quien buscaba concentrarse por segunda vez consecutiva como presidente de Honduras.

Tras una serie de irregularidades, Juan Orlando se declaró ganador y como esta vez la alianza se disolvió.

Con el tiempo disconformidades comenzaron a aflorar y declaraciones por parte de Nasralla como que había perdido las elecciones “debido a que el coordinador de Libre, Manuel Zelaya, así como su esposa Xiomara Castro, habían negociado con Juan Orlando Hernández, ya como presidente” no se hicieron esperar.

Las declaraciones fueron en aumento y Nasralla en algún punto dijo que Mel Zelaya era asesino, que había matado gente y que era corrupto. Lo que significa que los encontronazos entre Salvador y Zelaya, protagonistas de discusiones hoy en día, no son recientes.

En ese punto, el analista Luis León considera que exactamente lo mismo ocurre en este momento “no hay un diálogo entre ambos partidos”.

“Yo lo que no veo es un diálogo abierto entre Salvador de Honduras y Libre, yo veo a sus líderes atacándose en medios de comunicación, de un lado para otro pero no veo un espacio de diálogo y consensos partidarios que les permita resolver el problema”.

Ahora, con el agua derramada solo hay una solución, de acuerdo al analista “ahora los partidos políticos deben caminar solos”.

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