TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La violencia y la criminalidad que imperan en el país no solo afectan a los adultos. En los últimos años, la cifra de niños, niñas, adolescentes y jóvenes afectados es alarmante.
Entre 2022 y 2023, la Red Coiproden contabilizó la muerte violenta de 1,282 niños, niñas y adolescentes. A estas cifras se suman 274 víctimas que murieron entre enero y mayo de este año, lo que indica que desde 2022 hasta la fecha, más de 1,500 niños y jóvenes han sido asesinados.
Los datos de la red que vela por los derechos de la niñez señalan que en 2022 un total de 569 personas murieron de manera violenta, siendo el 81% hombres. Respecto a la edad, Coiproden detalla que el 25% de las víctimas tenían entre 0 y 18 años, y el resto se ubica en el rango de 19 a 30 años. Los meses en que se registraron más muertes de niños, adolescentes y jóvenes fueron marzo y julio.
Para 2023, la cifra de muertes violentas de niñez y juventud subió a 713, es decir, 144 muertes más; junio y julio fueron los meses en los que más muertes se contabilizaron. Respecto a las edades y géneros, Coiproden señala que la muerte de hombres (581) superó las muertes totales de 2022. En cuanto a la edad, el 20% eran menores de 18 años.
De enero a mayo de 2024, la organización contabiliza 274 muertes, un 6% más que en el mismo período de 2023, cuando se reportaron 257 víctimas. Los departamentos con más hechos violentos de niñez y juventud son Francisco Morazán, Cortés y Olancho.
La violencia contra la niñez y juventud hondureña va en aumento y cada vez es más preocupante. Esta semana, dos nuevos casos se suman a los datos. El primero ocurrió el pasado miércoles, cuando un menor de 13 años llamado Moisés Daniel Cerrato Lazo fue encontrado sin vida y con señales de tortura en el interior de un módulo del Centro de Internamiento de Menores de Jalteva, ubicado en Cedros, Francisco Morazán.
El menor supuestamente fue atacado por otros de sus compañeros que estaban incómodos por cosas que el niño había contado.
Este jueves se reportó la muerte violenta de un estudiante del Instituto España Jesús Milla Selva, en la colonia Kennedy; el menor que fue identificado como Richard David Ávila Nieto, quien cursaba el décimo grado de Banca y Finanzas.
El adolescente fue hallado sin vida en un pasaje de la colonia San Ángel. Agentes policiales detuvieron a dos estudiantes de la zona cercana al crimen para investigación.
Preocupación
La persistente violencia contra la niñez pone en evidencia la falta de voluntad de las autoridades para crear estrategias que reduzcan la cifra de homicidios contra los niños y jóvenes, así como la necesidad de políticas públicas enfocadas en la prevención de la violencia hacia este grupo.
Wilmer Vásquez, coordinador de la Red Coiproden, dijo a EL HERALDO que, si bien las muertes violentas en general se han reducido en el país, no ocurre lo mismo con el asesinato de niños y jóvenes.
“Vemos con suma preocupación cómo, a pesar de los esfuerzos que se están haciendo en el marco del actual gobierno, no hemos logrado una reducción en el número de muertes de niñez y juventud; reconocemos la reducción de muertes violentas a nivel general, pero en el caso de niñez y juventud no ha habido una reducción, sino por el contrario, hubo un incremento”, lamentó.
Ante las alarmantes cifras de muertes violentas y la falta de acciones para reducir estos hechos, Vásquez dijo que ser niño y joven en el país representa un peligro y que las autoridades están quedando a deber a este grupo, situación que coloca a los menores en una posición mayor de vulnerabilidad.
Por su parte, Cándida Maradiaga, coordinadora de la Defensoría de la Niñez del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh), expresó que el país vive una situación de violencia compleja que proviene de diferentes factores, entre ellos la pobreza, por lo que se deben crear estrategias para abordar estos problemas.
Agregó que las autoridades deben enfocarse en combatir el crimen, pero también es urgente la creación de normas que prevengan la violencia hacia la niñez.
“Es un tema multifactorial que requiere estrategias intersectoriales para poder avanzar poco a poco, sobre todo en el tema preventivo”.
La muerte violenta de menores preocupa a las autoridades gubernamentales, quienes aseguran que están trabajando para reducir la cantidad de muertes violentas.
Lizeth Coello, titular de la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia (Senaf), refirió que están trabajando en temas de prevención. A través de la Política Nacional de Primera Infancia, Niñez y Adolescencia, aprobada en marzo de este año, se permitirá atender a los niños, niñas y jóvenes en el desplazamiento de la violencia.
A pesar que están haciendo acciones, la funcionario reconoció que hacen falta muchos más esfuerzos para combatir el flagelo de la violencia contra los menores.
Desplazamiento forzado
Además del alarmante número de muertes violentas en la niñez y juventud hondureña, este grupo también es parte importante de los que son desplazados forzosamente por la la delincuencia y el crimen organizado.
Hasta el año 2023,el Conadeh identificó un total de 3,004 personas en riesgo y víctimas de desplazamiento, de los cuales 1,243 eran menores niños y niñas, lo que representa que más del 40% de las personas desplazadas por la violencia son menores.
La mayoría de los niños y jóvenes víctimas de desplazamiento forzado se enfrentan a situaciones como el reclutamiento forzado por parte de grupos criminales que los usan para realizar sus ilícitos.
