TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Son casi las 6:00 de la tarde y la vivienda de suelo de tierra y paredes de adobe tiene que estar limpia y la cena “calientita”, de lo contrario Sandra López -nombre ficticio- corre el riesgo de que su esposo la golpee al llegar a casa.
“Él siempre viene enojado, otros días bolo, pero siempre que le pasa algo se las desquita conmigo. Mire, a veces viene (don Carlos -nombre ficticio- esposo de doña Sandra) y yo estoy viendo tele y de la nada me comienza a insultar, después ahí anda que me quiere pegar. Tengo que agarrar a mi hija y salgo a pedir ayuda a los vecinos”, relató Sandra, quien sufre violencia doméstica en la aldea Santa Rosa, al sur de la capital de Honduras.
En otro sector de la capital, Brayan Mendoza -nombre ficticio- se peleó con su esposa por no estar de acuerdo en la toma de decisiones de pareja y ella “agarró un palo, me lo estrelló en la cara cuando yo estaba distraído”.
Diferentes escenarios, distintos protagonistas, pero con un denominador común: violencia doméstica.
Esta realidad que se vive en miles de hogares hondureños se refleja en los 166,083 casos de violencia doméstica que hombres y mujeres han denunciado desde 2015 hasta 2023 en el país, sin contar con los miles de casos que se quedan en silencio, en la impunidad.
EL HERALDO analizó datos que recibió del Poder Judicial a través de la solicitud de información SOL-PJ-2687-2023 en los que se constató que aunque las denuncias por violencia doméstica presentan una leve baja en los últimos dos años, es otra pandemia que en Honduras sigue en auge y con mayor impacto en Cortés y Francisco Morazán, precisamente.
Un cálculo de este rotativo a los 166,083 casos de violencia doméstica que se han denunciado en los últimos 9 años, evidenció que cada 24 horas 50 hombres o mujeres son víctimas de este flagelo, que en algunas circunstancias es mortal.
Este fenómeno en estos años mantiene como principal presa a las mujeres, pues datos reflejan que 153,715 féminas han denunciado maltrato verbal, físico o psicológico de parte de su pareja.
Mientras que 12,368 hombres vivieron lo mismo y lo denunciaron.
En porcentaje, de las 166,083 denuncias, el 92% lo denunciaron mujeres y el 8% restantes fueron hombres. Una abismal diferencia.
Denuncias por departamento
Los análisis que EL HERALDO realizó a los datos del Poder Judicial demuestran que han denunciado violencia doméstica 44,714 hombres y mujeres solo en el norteño departamento de Cortés.
Francisco Morazán es el otro departamento donde radica la violencia entre parejas, pues 41,806 denuncias se han realizado.
Solo en estos dos departamentos del país se realiza la mitad de denuncias que se han contabilizado en toda Honduras.
Expertos explicaron a este rotativo que los datos oficiales no precisamente muestran la realidad.
“Claro, Cortés y Francisco Morazán son el primer lugar porque a las personas se les facilita el acceso a denunciar, pero en tierra adentro, ¿cómo lo hacen? y esto es cuestión de cultura o ignorancia por no saber utilizar el sistema del país para que los de tierra adentro lo hagan”, dijo Mario Méndez, sociólogo y experto en temas de violencia doméstica.
Otros departamentos que figuran con alto índice de violencia doméstica son Atlántida con 10,873 denuncias, seguido de Comayagua con 10,388 acusaciones.
Expertos consultados detallaron que los principales factores para que se desarrolle la violencia entre parejas es tener bajos ingresos, ser menor de edad, tener muchos hijos, la violencia recíproca hacia la pareja, la depresión, el miedo y el consumo de alcohol.
Años críticos
El 2018 fue el año en el que hombres y mujeres denunciaron más violencia doméstica: 21,334 en total.
Solo las mujeres acusaron este delito 19,935 veces en ese año. Asimismo, 2018 ha sido el año en que las mujeres más denunciaron el flagelo, mientras que en el mismo periodo los hombres lo denunciaron en 1,399 ocasiones.
De su lado, 2021 ha sido el año en que las denuncias de los hombres proliferaron con 1,552, pero en este mismo periodo, las mujeres acusaron 16,937 veces este delito.
¿Cómo menguar la situación?
Las autoridades están trabajando reformas a Ley Especial Integral contra la Violencia Doméstica para castigos más drásticos como condenas de prisión de hasta el doble de años de las penas ya existentes en el Código Penal vigente.
César Ramos, asesor de la Subcomisión Interinstitucional, explicó en entrevistas anteriores que “entre los nuevos elementos es que esta nueva ley adquiere un carácter penal, serían imputados, no agresores, con penas más graves y esta ley contempla el reconocimiento de una perspectiva de género”.
