“Honduras tiene que cambiar no podemos seguir con esta hemorragia permanente de asesinatos cada día, es un pueblo que se mata a sí mismo, no puede ser, todos somos hermanos”.
Este fue el mensaje que el cardenal, Óscar Andrés Rodríguez, dirigió el domingo 24 de abril durante su homilía, que dedicó para hacer conciencia por los altos niveles de violencia y la frialdad con que los hondureños ven el tema.
Rodríguez reflexionó en que cada hondureño vale, por lo que “ninguna vida sobra, no es posible que se siga matando, tenemos que llevar la palabra de Dios, especialmente a aquellos que no la han oído”.
Refirió que las sagradas escrituras describen que Dios es “compasivo, misericordioso, lento para enojarse y generoso para perdonar”, señaló que si cada hondureño conociera este mensaje y lo preservara en su corazón “no tendríamos sicarios, no tendríamos asesinatos”.
En ese sentido pidió al pueblo hondureño reproducir este mensaje “solo así va a cambiar nuestra Honduras”, y pidió a las personas que no sean “indiferentes”.
Aseguró que en el país todos los días se registran numerosas muertes porque la palabra de Dios no ha sido sembrada en los jóvenes ni en los adultos y los “hondureños siguen matando hondureños”.
Indeferentes
Indicó que en este mundo que está lleno de egoísmo y codicia, hay una tarea pendiente de enseñar el amor y temor a Dios que significan el respeto a la vida. “Vivimos en una cultura dominante, es una cultura de la muerte, es difícil entender todo esto, pero cuando nos acercamos al amor y misericordia de Jesús nos damos cuenta que lo importante es llegar al corazón del ser humano para vencer el mal”, expresó el cardenal.
Aseguró que la “cultura de la indiferencia” es uno de los peores pecados, por lo que pidió a los hondureños que no sigan siendo “indiferentes frente a nuestro país”.
Mensaje ambiental
Rodríguez también dedicó unos minutos de su homilia para recordarle a los hondureños el valor que tiene el mundo y la riqueza que Dios creó en él. Afirmó que los ciudadanos se merecen una nueva Hondurassin incendios forestales y con recursos abundates como el agua.
Sin embargo, lamentó la poca conciencia de las personas, que también son responsables de la destrucción de la mano del hombre. “No necesitamos una Honduras sin agua, porque no hay árboles, no una Honduras llena de humo porque seguimos incendiando, ¿cuándo los hondureños tomaremos conciencia de que esto nos toca a cada uno¡”, cuestionó.
Recordó que el viernes pasado un centenar de países firmaron en Nueva York el Acuerdo de París del cambio climático (COP21) por lo que aseguró sentirse contento pero cuestionó “la indiferencia” de los Estados,por haber firmado el acuerdo cuatro meses después de celebrado el convenio en París.
“El mundo está pasivo, no queremos tomar conciencia de lo que significa unos cielos nuevos y una tierra nueva”.