Honduras

Carlos Zelaya “está bien” tras narcovideo, asegura su suplente

Tras la publicación del video, el hermano del expresidente Manuel Zelaya ha recibido el rechazo del partido Libre y está pendiente de presentar su renuncia en el CN
13.09.2024

Tegucigalpa, Honduras.- Carlos Zelaya, hermano del expresidente Manuel Zelaya Rosales y aún secretario del Congreso Nacional, ha decidido no aparecer en la palestra pública luego que la presidenta Xiomara Castro y el Partido Libertad y Refundación (Libre) se desmarcara de él por su narcovideo.

EL HERALDO intentó comunicarse nuevamente con “Carlón”, pero no respondió.

En Libre dicen que hay evidencias de “Carlón” con narcos

Quien sí lo hizo fue su diputada suplente, Arminda Urtecho, al decir a este rotativo que “él está muy bien”, pese a que su partido ha condenado la acción.

Zelaya tiene pendiente presentar su renuncia ante el Congreso Nacional.

Renuncia de Carlos Zelaya aún no llega al pleno del Congreso

Carlos Zelaya se reunió con grandes narcos hondureños

“La mitad que sea para el comandante”, es una de las frases que se escuchan decir a Carlos Zelaya luego de recibir 13 millones de lempiras por parte de narcotraficantes en una reunión realizada en 2013.

La frase de “Carlón”, como es conocido en su natal en Olancho, hace alusión a que la mitad del dinero que reunieron los narcotraficantes Devis Leonel Rivera Maradiaga, Javier Rivera Maradiaga, Ramón Matta Waldurraga y Carlos “El Negro” Lobo sería utilizado para la campaña de la actual presidenta Xiomara Castro en 2013 y otra parte sería entregada al expresidente Manuel Zelaya, a quien Carlos Zelaya se refiere como “el comandante”.

Minutos antes del encuentro con Zelaya, se escucha a los capos hondureños decir en el video, que fue filmado por la cámara espía del reloj de uno de los presentes en la reunión, sus expectativas sobre el proceso electoral de ese año.

Uno de los narcotraficantes señala que no pueden esperar que nombren a un aliado en una posición de poder, puesto que no pueden confiar en los políticos.

“Los políticos son pija de sucios”, dice Ramón Matta Waldurraga.