TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Las aguas seguirán cubriendo las zonas afectadas en el
Valle de Sula, así lo advirtió la tarde de este sábado el Comisionado Especial de la zona Noroccidental de
Copeco, Jaime Omar Silva.
El comisionado llamó a la población de las zonas afectadas por Eta e Iota a seguir en los albergues o en casas de familiares donde se han autoalbergado, mientras pasan las lluvias.
Una vaguada está dejando fuertes lluvias en Honduras, en especial en la parte occidental del país, tal y como lo pronosticó Copeco el viernes, y estas precipitaciones no menguarán durante las próximas 48 horas.
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El experto señaló que para mañana se tendrá una bajada considerable de agua que hará que el nivel de los ríos vuelva a aumentar. 'No queremos alarmar, pero si prevenir', reiteraron las autoridades.
Esta vaguada está posicionada sobre el Golfo de Honduras y afectará específicamente los departamentos fronterizos con Guatemala, lo que provocará que el río Chamelecón vuelva a crecer un poco su nivel y esa crecida estará llegando al Valle de Sula la tarde del domingo y la mañana del lunes.
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'La prioridad es salvaguardar la vida humana', recalcó Silva. 'Retornen a los albergues, si usted se fue a limpiar su casa porque vio que ha bajado el agua no se confíe'.
El panorama en el Valle de Sula sigue siendo desolados tras la embestida de dos fenómenos naturales en menos de dos semanas. En algunos sectores los pobladores se mantienen con el agua al cuello, tras el desbordamiento de los ríos Ulúa y Chamelecón, que causaron mayores estragos que los provocados por la tormenta Eta.
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A algunos de los hondureños no les importó el caos y la devastación, y trataron de regresar a casa para rescatar lo poco que les había quedado y muchos otros -donde el agua retrocedió- tratan de iniciar labores de limpieza, sin embargo esto representad un peligro de acuerdo a la advertencia de Silva.
En menos de tres semanas los daños por los fenómenos naturales son incalculables, pero lo más triste es la pérdida de vidas humanas que en total se contabilizan en 91 fallecidos y nueve desaparecidos, para un total de 100 compatriotas, entre ellos niños y adultos.