TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La Biósfera del Río Plátano no es el único ecosistema que muere lentamente en Honduras. La montaña del Merendón, la principal fuente de agua de San Pedro Sula y oxígeno en el norte del país, vive una silenciosa depredación.
El equipo de la Unidad de Investigación y Datos de EL HERALDO Plus, tras varias incursiones a la zona, constató todas las amenazas que parece la cordillera.
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Pulmón verde
El Merendón es el pulmón verde del Valle de Sula, la reserva de agua por excelencia de San Pedro Sula, la enorme fuente de oxígeno...
En apariencia todo está bien, sin embargo, enormes amenazas se ciernen sobre la inmensa montaña que mide 81,711.44 hectáreas y que comparten los municipios de San Pedro Sula, Omoa, Quimistán y Choloma.
La lista es larga: la montaña enfrenta la destrucción masiva por acciones de invasión y apropiación ilegal de las tierras nacionales protegidas, la acelerada conversión de las áreas de bosque natural a cultivos de café, maíz y pastoreo, además de inadecuadas prácticas en la producción y procesamiento.
Hay débil presencia de las autoridades del Estado en acciones de control y vigilancia constante (falta de seguimiento), crecimiento poblacional e intensificación de infraestructura, la cacería ilegal o furtiva de vida silvestre.
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La apertura de vías de acceso sin control ambiental, la minería ilegal, la deforestación (cambio de uso para el establecimiento de sistemas agropecuarios), el cambio de los cursos naturales de agua, la tala y aprovechamiento ilegal de bosque (productos y subproductos forestales).
Y para rematar está la falta de solución efectiva a los delitos ambientales remitidos al ente de la Fiscalía Especial del Ambiente y otros conflictos sociales en materia de seguridad.
También constan en la petición conjunta que elaboraron las Alcaldías de San Pedro Sula, Quimistán y Omoa para que la montaña y sus tres zonas de reserva natural sean integradas a la declaratoria de emergencia ambiental.
Esta fue anunciada el pasado marzo por la Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente (MiAmbiente) a fin de echar a andar un plan de rescate de las áreas naturales, severamente afectadas por el cambio climático y la devastación sistemática a manos del hombre.
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La petición para entrar a la declaratoria de emergencia ambiental tiene como fin reforzar las fuertes inversiones hechas por los municipios e instituciones del Estado a través de la Fuerza de Tarea Interinstitucional Ambiental (FTIA), ya que “las amenazas no distan de someter a un alto riesgo los bienes y servicios que nos brindan estas áreas protegidas”, cita la exposición de motivos firmada por los ediles de los tres municipios.
Para reseñar, en el Merendón hay tres zonas protegidas declaradas mediante decretos legislativos: el 87-87 es el relativo al Parque Nacional Cusuco (Panacu), el 46-90 contempla la Zona de Reserva El Merendón (ZRM) y el 101-2019 al Subsistema de Áreas Protegidas Cuyamel-Omoa (Sapco), dentro del cual se encuentra el Parque Nacional Omoa.
De acuerdo con el análisis de la dinámica de cambio de cobertura forestal en la Zona de Reserva El Merendón realizado por el ICF, para los períodos 2000-2006, 2006-2012, 2012-2016 y 2016-2018 el tipo de bosque que ha tenido más cambios es el bosque latifoliado húmedo con una pérdida acumulada durante todo el período de 334.78 hectáreas (deforestación bruta), aunque también se reporta una ganancia acumulada de 124.80 hectáreas, muy probablemente asociado a sistemas agroforestales.
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