TEGUCIGALPA, HONDURAS.- En su inocencia la pequeña “María” (seudónimo) aún no comprende por qué permitían que tocaran sus partes íntimas a cambio de unos lempiras; tampoco entiende que fue una víctima y mucho menos sabe que su caso, solo es una gota en el mar de desgracias que flagelan la niñez y así uno de los tres delitos sexuales diarios que atiende el Ministerio Público.
Documentos de la Secretaría de Seguridad a los que accedió EL HERALDO, relacionados al caso de “María” en el apartado de “hallazgos relevantes”, plasman el testimonio de la estudiante de primer grado dónde a simple vista se lee que fue víctima de sus familiares y un vecino.
Sin embargo en un contexto más amplio, de acuerdo con defensores de derechos humanos consultados, la niña de siete años es víctima de la eterna deuda del Estado hacia la niñez hondureña.
—¿Dónde vivías anteriormente?
—Con mis abuelos
—¿Alguien le toco sus partes del cuerpo?
—Sí, dos personas mi abuelo y un vecino
En la declaración, con explícitos detalles que este rotativo no hará públicos, la menor relató las atrocidades y aberraciones supuestamente perpetradas por su abuelo y un vecino detrás de una cortina mientras su abuela “miraba novelas” en su deplorable vivienda en las periferias de Tegucigalpa.
Deuda estatal
En vísperas del Día Internacional de la Lucha Contra el Maltrato Infantil, -que se conmemora este 25 de abril-, la situación en el país es preocupante y ser menor de edad es un riesgo por la deuda histórica de los gobiernos en temas relacionados con la niñez explicó, Wilmer Vásquez, director ejecutivo de la Coordinación de Instituciones Privadas por las Niñas, Niños, Adolescentes, Jóvenes y sus Derechos (Coiproden).
De acuerdo con el entrevistado los indicadores recopilados en los últimos años no son alentadores cuando se abordan temas de abusos, trabajo infantil, condición de calle, embarazos adolescentes, desplazamientos forzados por violencia, menores retornados, deserción del sistema educativo y muertes violentas.
“La falta de un sistema de protección integral, seguridad social y ciudadana sigue siendo un gran desafío. Reconocemos los esfuerzos del actual gobierno y la focalización de mayor inversión en temas de salud y educación, pero aún la deuda histórica es enorme”, explicó el defensor de derechos humanos.
Denuncias
A través de un informe, publicado el 12 de marzo, la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), detalló que entre el 2022 y 2023 el Ministerio Público (MP) recibió 2,354 denuncias por abuso infantil.
“El abuso sexual infantil continúa siendo un fenómeno de suma preocupación. En 2023, la cantidad de denuncias por este delito disminuyó a 1,080, de 1,274 registradas en 2022, pero la disminución de denuncias no indica una disminución de la victimización, sino que refleja cuánta confianza hay en el sistema de justicia”, indicó el organismo.
Según los números, recopilados con cifras oficiales del MP, “al analizar los datos por departamento”, Francisco Morazán es el que tiene con mayor frecuencia de incidencias.
Acciones de la fiscalía
Lorena Cálix, portavoz de la Fiscalía Especial de la Niñez del Ministerio Público (MP), explicó a EL HERALDO que a diario reciben no menos de tres casos de delitos sexuales contra niños, niñas y adolescentes.
De acuerdo con la entrevistada, esos delitos son la segunda causa de incidencias en perjuicio contra la niñez y solo son superados por delitos de maltratos físicos o psicológicos y en consecuencia, semanalmente emiten unos 15 autos de formal procesamiento y en más del 90% de ellos, son contra adultos hombres que terminan con la medida de prisión preventiva.
“Ese movimiento estadístico lo hemos visto desde hace unos cinco años, somos del criterio que no han aumentado y lo que ocurre es que ahora el problema se visibiliza más y los niños tienen menos temor a denunciar”, resaltó la también catedrática universitaria.
En sus declaraciones Cálix detalló que en los últimos años fue el 2018 el de mayores incidencias, luego disminuyeron por el confinamiento del Covid19 para estimar que el promedio anual es de 800 denuncias por delitos sexuales y de otra naturaleza.
Sobre los perpetradores, resaltó que, aunque la mayoría son hombres no puede desconocerse como “novedad” o “mutación” que ahora los agresores también son mujeres ejemplificando el caso de una madre de familia que producía pornografía infantil con sus hijos.
“La violencia ha mutado ahora no importa el vínculo o género, también es preocupante la forma en que se ha extremado la violencia contra los niños, hemos visto casos de madres que asfixiaron o degollaron a sus hijos, ¿por qué el adulto se ensaña con los niños?”, cuestionó.