TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Un total de 2,817 incendios forestales se reportaron en Honduras hasta el 31 de mayo del corriente año, de acuerdo a datos oficiales del Instituto de Conservación Forestal (ICF).
La tragedia forestal en datos se extiende a 222,258 hectáreas (ha) de bosque que han sido dañadas por las infernales llamas de fuego.
Las cifras revelan que en 2023 fue más crítico con 3,062 incendios y 223,494 hectáreas de bosque fueron dañadas.
“Son cifras alarmantes porque en años anteriores teníamos registros de 500 o 600 incendios en el año. 20 años atrás había 300 registros en el año”, externó Alberto López, experto de la Secretaría de Gestión de Riesgos y Contingencias Nacionales.
López explicó que estas tragedias en los bosques se deben a que estamos en un año “con el fenómeno de El Niño, que fue moderadamente severo, lo que quiere decir que el bosque está muy seco”.
El total de hectáreas afectadas este año equivale a “190,000 campos de fútbol”, según Javier Gutiérrez, coordinador de reforestación del ICF.
“Es alarmante, detrás de todo el trabajo que se ha hecho, es un número que no nos hace sentir tranquilos. No hemos tenido lluvias y las temperaturas han sido altas, la combinación de estos factores pudo haber quemado el doble si no hubiéramos tenido respuesta inmediata”, añadió Gutiérrez.
Departamentos más afectados
Olancho y Francisco Morazán, según los datos, son los departamentos con más incendios y hectáreas dañadas por los incendios.
El departamento de Olancho registró 745 incendios con un total de 66,817 hectáreas dañadas, mientras que en Francisco Morazán se contabilizaron 561 siniestros y 41,950 ha afectadas.
Gracia a Dios tiene un caso singular: se contabilizaron 99 incendios, pero con una afectación en 26,196 hectáreas de bosque forestal.
Islas de la Bahía, Atlántida, Colón y Valle son las regiones del país registran menos incendios y daños.
Causas de los incendios
De acuerdo con el Instituto de Conservación Forestal, en el 80% de los incendios la principal causa son los incendiarios.
No obstante, ante esta situación en la que los incendiarios llevan a cabo estas acciones con otros propósitos, desde el Congreso Nacional se aprobó la ley que prohíbe el cambio de suelo.
“Se prohíbe el cambio de uso de suelo en áreas de bosque donde los terrenos resulten afectados por plagas, enfermedades forestales, fenómenos naturales o incendios forestales cuyo origen se desconozca o sea provocado intencionalmente, en un plazo de 50 años a partir de la fecha del incendio o afectación del bosque”, dice el artículo 1 de la ley.
La prohibición incluye toda clase de lotificación habitacional, residencial, comunal, así como cualquier tipo de construcción. También se extiende a instalaciones comerciales e industriales, actividades mineras, agrícolas, ganaderas y otras actividades productivas.
