Los empleados que dejaron morir a un paciente en el hospital Mario Catarino Rivas de San Pedro Sula serán castigados con todo el peso de la ley, dijo este jueves el presidente de Honduras Juan Orlando Hernández.
El caso de Alfonso Cabrera, un joven de 24 años que falleció el miércoles en el hospital sampedrano y que tenía gusanos en el cuerpo, generó estupor en diversos sectores de la sociedad hondureña.
“Ya empezó la intervención del Mario Catarino Rivas en San Pedro Sula desde esta mañana con la fuerza pública y se van a suspender a ciertos funcionarios para investigarlos”, dijo el mandatario durante una visita a la ciudad puerto de La Ceiba.
“A quienes estaban en la sala donde este compatriota fue dejado en el abandono, tienen que pagar para dejar sentado un precedente. No es justo que no se tome en cuenta la dignidad de la persona humana, aunque sea alguien humilde, eso es algo inaudito que en un hospital público una persona tenga gusanos y que muera sin que nadie lo atienda”, dijo el gobernante hondureño.
“Es un antecedente que dejaré en Honduras, para dictar un precedente que el empleado que esté en un centro asistencial público y privado de salud cumpla con su compromiso de atender a la población. Esa es la instrucción que di desde hace dos semanas y se ratificó anoche y ya está en proceso”.
Alfonso Cabrera estuvo interno 13 días en el hospital Mario Catarino Rivas, pero, según los parientes, el personal médico dejó que se engusanara y no le prestó la atención médica debida.
El Catarino Rivas es el segundo centro hospitalario más importante, después del Hospital Escuela, para la zona noroccidental de Honduras.
