TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La Gerencia de Transmisión de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE) detalló este lunes que sus técnicos multiplicaron esfuerzos en trabajos preventivos tras el paso de Eta, para minimizar el impacto de Iota, que a su paso por Honduras sumó daños a la infraestructura eléctrica del país.
Tras estos dos fenómenos climáticos, el personal de campo evalúa esta semana la infraestructura donde impactaron con mayor fuerza los fenómenos y trabajan en la reparación de daños que dejaron en el sistema eléctrico nacional.
Los técnicos también trabajaron en la cimentación de varias torres de la línea de transmisión 523, que conecta las subestaciones San Pedro Sula Sur con la de Naco en el departamento de Cortés.
Durante el tiempo de gracia entre ambos fenómenos se construyó una barrera de protección contra inundaciones en el área de la sala de control de la subestación San Pedro Sula Sur, luego de ser afectada por el fenómeno tropical Eta, trabajos de contención que se realizaron antes de la llegada de Iota.
También, se presentaron fallas en San Juan Pueblo y Río Perla, donde quedó fuera las subestaciones que alimentan el Litoral Atlántico, denominadas La Ceiba Térmica, San Isidro, La Ensenada, Reguleto, Isletas, Bonito Oriental y Coyoles Centrales.
Tras estos dos fenómenos climáticos, el personal de campo evalúa esta semana la infraestructura donde impactaron con mayor fuerza los fenómenos y trabajan en la reparación de daños que dejaron en el sistema eléctrico nacional.
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Es evidente el daño que provocó Iota a la infraestructura de transmisión, donde su furia impactó con mayor fuerza en la costa norte. Durante el pasó de Iota, los fuertes vientos dañaron la línea de transmisión L412 que transporta energía entre las subestaciones Morazán y Yoro ubicadas en las ciudades del mismo nombre, situación que afectó 4 circuitos de distribución que energizan ese sector del país.
Los técnicos también trabajaron en la cimentación de varias torres de la línea de transmisión 523, que conecta las subestaciones San Pedro Sula Sur con la de Naco en el departamento de Cortés.
Durante el tiempo de gracia entre ambos fenómenos se construyó una barrera de protección contra inundaciones en el área de la sala de control de la subestación San Pedro Sula Sur, luego de ser afectada por el fenómeno tropical Eta, trabajos de contención que se realizaron antes de la llegada de Iota.
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La estatal detalló además que al registrarse crecidas incontrolables del Chamelecón y Ulúa, se tomaron medidas preventivas en tiempo récord que impidieron que las corrientes alcanzarán los niveles a los que llegó Eta, acciones que lograron mantener activa la operación remota de la Subestación San Pedro Sula Sur y energizados los circuitos de distribución que alimenta esta reguladora.
Aunque estos predios están anegados de agua, continúa operando.
Dentro de los daños sufridos a la infraestructura de la ENEE, la estatal detalla que varias líneas de alta tensión se vieron afectadas por los vientos huracanados que provocaron caída de árboles sobre las líneas de transmisión entre ellas la L504 ubicada en Valdezpin en Villa Nueva, L552 en Santa Fe- Suyapa, L550 en Cañaveral Piedras Azules-Paz, L516 en Tela- Ceiba Térmica y L442 El Progreso, Morazán, entre otras que fueron atendidas por técnicos.
También, se presentaron fallas en San Juan Pueblo y Río Perla, donde quedó fuera las subestaciones que alimentan el Litoral Atlántico, denominadas La Ceiba Térmica, San Isidro, La Ensenada, Reguleto, Isletas, Bonito Oriental y Coyoles Centrales.
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Pese a que Eta le pasó factura a la infraestructura de transmisión en la zona norte del país, e Iota también impactó en la misma red de alta tensión y sumó en otras regiones, no incidieron en Subestaciones, torres y líneas de transmisión, ya que su infraestructura aérea se extiende por todo el país.