Tegucigalpa, Honduras
La depuración policial es uno de los más grandes fiascos que se ha llevado la sociedad hondureña en los últimos cuatro años.
Los oficiales y agentes -tanto de la Policía Preventiva como de Investigación- vinculados a bandas criminales relacionadas con el narcotráfico, secuestros, robo de vehículos, robo de armas, asaltos bancarios, sicariato y todo tipo de delitos, continúan en la institución, devengando salario, incluso ascendidos al grado inmediato superior.
Esto contrasta con lo que han venido manifestando algunas autoridades de la Secretaría de Seguridad, quienes han alardeado de que “la depuración es real”, que “la depuración no se detiene”, de que “Honduras se encamina a ser líder en seguridad”, sin embargo, la realidad muestra otra cara.
Las comunicaciones y los cuadros sobre la depuración enviados a la Dirección General de la Policía evidencian el desorden con que se maneja el proceso de limpieza de esa institución responsable de la seguridad ciudadana.
Es tal que las cifras varían entre uno y otro oficio, igualmente se reducen en los cuadros donde se enumeran con nombre y apellido a los depurados.
En los cuadros, con nombre, número de tarjeta de identidad, fecha, motivo de la suspensión, asignación y observaciones está claro que la separación no es porque se les haya perseguido por un delito, la mayoría de los que han salido de la Policía es por abandono de servicio, abandono del cargo, renuncia voluntaria, jubilación, defunción y porque son fantasma.
En la lista hay pocos casos por sentencia condenatoria, por pruebas de confianza, por haber sido capturado in fraganti y por auto de prisión.
Las anteriores autoridades de la Secretaría de Seguridad manifestaron públicamente en enero de 2015 que se habían separado de la institución policial alrededor de 2,500 elementos, entre oficiales y miembros de la escala básica, sin embargo, el oficio -DGPN- (SDGRH. DE). No-0199-2012 de fecha 31 de diciembre del 2014 dirigido por el comisionado Róger Medardo Maradiaga Amador, subdirector de recursos humanos al director general de la Policía, comisionado general Félix Villanueva Mejía, establece lo contrario.
El oficio dice: “Por este medio me dirijo a usted, a fin de remitir el listado de oficiales, policías y personal auxiliar, que fueron separados y suspendidos de sus labores por diversas faltas, los años 2013 y 2014, todo por el proceso de depuración que se está llevando, asimismo el listado del personal que fue reincorporado a la institución policial en el año 2014. Dicha información se recibió de todas las direcciones nacionales adscritas a la Dirección General de la Policía Nacional”.
Según este oficio, en el año 2013 fueron separados 7 oficiales. De estos, por abandono del cargo 4, por orden de captura 1, renuncia voluntaria 1, suspendidos del cargo sin goce de sueldo por auto motivado 1.
De la escala básica fueron separados 803 policías. De estos, por sentencia firme condenatoria 20, por despido directo 29, por renuncia voluntaria, abandono del cargo, jubilación, supuestos fantasma y otros, 654, suspendidos del cargo sin goce de sueldo por auto motivado 89, y personal auxiliar 4. Sin embargo, al sumar las cantidades da como resultado 796, o sea, siete menos.
En el 2014 fueron separados 9 oficiales. De estos, por sentencia firme 1, por reprobar pruebas de confianza 1, por despido directo 1, por abandono del cargo 1 y 5 fueron suspendidos del cargo sin goce de sueldo por auto motivado.
De la escala básica se cancelaron 239 elementos: por sentencia firme condenatoria 15, por despido directo 5, por renuncia voluntaria, abandono del cargo, jubilación, por licencia no remunerada, supuestos fantasmas y otros 175 y suspendidos del cargo sin goce de sueldo por auto motivado 22, personal auxiliar 13.
De igual manera, en este caso, al realizarse la sumatoria da como resultado 230, o sea, nueve elementos menos.
De acuerdo con los datos del OFICIO-DGPN -(SDGRH. DE.)- No-0199-2012 entre el 2012 y el 2014 únicamente se cancelaron a 1,042 policías de la escala básica y 16 oficiales, haciendo un total de 1,058 depurados, pero al verificarse detalladamente los datos, esta cantidad se reduce por los errores en la suma y con los reintegros.
Reintegro
En el 2014 fueron reincorporados a la institución 85 policías separados: 4 oficiales y 81 policías de la escala básica por presentar sentencia absolutoria y otras justificaciones. Asimismo hay que restar 16 elementos de la escala básica que fueron sumados de más.
De esta manera la depuración se redujo a 957 policías: 945 de la escala básica y 12 oficiales.
Según el OFICIO- DGPN- (SDGRH. DH)- No-O087-2015, de fecha 21 de abril de 2015, firmado por el subdirector de recursos humanos, comisionado Carlos Arnoldo Mejía López, y dirigido al director general Félix Villanueva Mejía, la lista de depurados no ha sufrido cambios en el 2015.
En la documentación en poder de EL HERALDO, se identificó a una veintena de oficiales que fueron “separados” de la institución por los entonces directores Juan Carlos Bonilla y Ramón Sabillón Pineda, porque no pasaron las prueba de confianza, pero actualmente siguen activos en la Policía, ocupando cargos cercanos a la dirección general, mientras que otros están como enlaces con instituciones gubernamentales.
Incluso el 2 de junio reciente, estos oficiales fueron llamados a una reunión con el director Félix Villanueva, pero para que no sean identificados por la prensa, únicamente solo se les llamó por el número de chapa policial.
En esta institución, también hay policías que a pesar de haber sido sentenciados a varios años de cárcel por los tribunales de justicia al encontrarlos culpables de delitos, siguen activos, tal es el caso de tres elementos que fueron condenados por tentativa de robo a un banco -expediente 2715-11 en los Juzgados Unificados de Francisco Morazán- pero que en vez de estar presos están en una posta del centro de la capital, laborando como policías, uniformados y con sus armas de reglamento.
Los documentos dejan entrever la falta de compromiso para la limpieza de la institución, ya que persiste el proteccionismo.
Por ejemplo en Choluteca -según denuncias a las autoridades correspondientes- hay dos hermanos policías que dan seguridad a un sujeto vinculado con las drogas.
En Danlí, El Paraíso, hay cuatro policías de investigación que fueron detenidos por asaltar dos cooperativas, pero no han sido remitidos a los juzgados.
En ese sentido, los documentos a lo interno de la Policía revelan que el proceso de depuración no es efectivo.
Oficiales y agentes de escala básica- ligados al delito, al crimen y los que no pasaron las pruebas de confianza- continúan en la institución.
El proceso de depuración debe incluir el saneamiento de la institución mediante la acción penal y administrativa.