Tegucigalpa, Honduras
Medidas sustitutivas a la prisión dictó este sábado un juez a favor de seis estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) durante la audiencia de declaración de imputado que tuvo lugar en los Juzgados Unificados de Francisco Morazán.
Los jóvenes fueron acusados por los delitos de usurpación y privación injusta de la libertad por la toma de los edificios de Química y Farmacia e Ingeniería de Ciudad Universitaria, donde se libró el viernes anterior una batalla campal.
La acción, en la que participó un grupo de estudiantes, agentes del Comando de Operaciones Especiales (Cobras) y policías antimotines, dejó personas heridas y en su mayoría daños materiales a los inmuebles, así como a un vehículo propiedad de la institución policial.
Génesis Aracely Andino Vásquez, Keren Gisselle Reyes Pineda, Tiffani Nicolle Zúniga Reyes, Gloria Sarahí Mejía Pacheco, Any Raquel Blanco Navarro y Tony Jossel Barahona Cruz fueron detenidos por agentes de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) y remitidos posteriormente a la Jefatura Metropolitana número siete. Tras la comparecencia, la abogada defensora de los estudiantes, Kenia Oliva, informó que sus representados quedan bajo el cuidado de sus padres y no pueden participar en manifestaciones al interior del centro de estudios superiores.
Indicó que los imputados podrán asistir con normalidad a sus respectivas clases en la UNAH, pero se les restringió involucrarse en protestas al interior de las instalaciones de la máxima casa de estudios.
Los muchachos permanecieron en los juzgados capitalinos esposados de pies y manos, mientras que en el exterior aguardaban sus familiares hasta que se diera una resolución de la autoridad judicial asignada al caso.
A raíz de la condena contra tres exuniversitarios y el llamado a audiencias a una veintena de estudiantes, miembros del Movimiento Estudiantil Universitario (MEU) han venido protagonizando acciones que han paralizado las clases. Los líderes de esta agrupación no descartan intensificar las manifestaciones por los abusos cometidos de parte de las autoridades del alma máter.
Culpan a la rectora
“Mi hija y los jóvenes que están no son ningunos delincuentes ni personas que tenían raptada la universidad; aquí la única que la tiene raptada tiene nombre y apellido y se llama Julieta Castellanos, ella es la que debería de estar enchachada”, afirmó Gloria Pacheco Arias, madre de una de las inculpadas.
Otros parientes y compañeros de los imputados se mantuvieron en vigilia con pancartas en señal de apoyo, condenando la represión y violación a la autonomía universitaria cometida por efectivos policiales.
De su lado, Castellanos aún no se ha pronunciado sobre el reciente hecho acaecido en la UNAH.
Las recurrentes protestas podrían reavivar la crisis en la que se mantuvo el año pasado este centro de estudios, donde se suspendieron las actividades académicas y administrativas por un poco más de dos meses.