TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La oficina de Migración de Honduras en la ciudad de Danlí se comprometió este viernes a retirarse de la zona de El Zarzal ante la tremenda aglomeración de migrantes que afecta la zona residencial, confirmó a EL HERALDO Roldán Echeverría, dirigente del patronato de la citada colonia.
La noticia fue confirmada al dirigente la noche del jueves luego de las constantes quejas de los vecinos que se ven afectado por la alta incidencia de extranjeros en la zona. “Producto de la reunión que tuvimos con el alcalde y las otras fuerzas vivas, en presencia de funcionarios de Migración, el director del INM se comprometió que el 7 de octubre será removida esa oficina de El Zarzal”, detalló.
Echeverría amplió que ellos (como vecinos) propusieron un predio en Los Llanos, pero el funcionario ofreció que para esa fecha la oficina en cuestión será removida.
“Con toda seguridad este es mi compromiso con ustedes nos dijo el abogado Allan Alvarenga de Migración”, agregó Echeverría.
El dirigente patronal aseguró que actualmente andan en búsqueda de una nueva ubicación para la oficina altamente demandada por los migrantes que transitan por el país rumbo a Estados Unidos.
Elevada llegada de migrantes a El Paraíso
La imparable ola de migrantes a El Paraíso, específicamente al municipio de Danlí, epicentro del drama que viven miles de personas procedentes de Sudamérica y otros continentes, ha causado malestar entre los vecinos de los lugares superados por la cantidad de extranjeros.
Mientras cientos de extranjeros esperan un salvoconducto para seguir su travesía hacia Estados Unidos, el temor y la preocupación por la insólita situación pasa factura a los vecinos de las zonas aledañas a la oficina de Migración.
Con palos en mano amedrentando a la población y haciendo sus necesidades fisiológicas cerca de las viviendas, es parte del comportamiento de los migrantes que cruzan por Danlí, El Paraíso, denuncian los residentes.
Los migrantes se han tomado las áreas desde plazas públicas, parques, aceras como albergues temporales, pues los albergues son insuficientes.