Primero visualizo una imagen, cierro mis ojos y la imagino grabada sobre una pared. Luego comienzo a darle forma a la idea, busco el lugar propicio para dibujarla y es aquí cuando la idea pasa a ser una realidad”.
Así comienza nuestra entrevista con Ángel José Matus, un joven de 24 años cuyo pasatiempo favorito es el grafiti, dibujar utilizando en parte una habilidad, en otra la imaginación que en todo joven con talento como el suyo se desarrolla.
Y es que se deja llevar a través de las líneas que plasma para luego darle el color necesario hasta transformar una pared en una verdadera obra de arte.
A los ocho años, Ángel comenzó sus estudios en la Escuela Nacional de Bellas Artes, en esta capital.
Los estudios los finalizó tres años después, continuando con su preparación académica en el Instituto Técnico Honduras de la colonia Kennedy.
Rápidamente sus vecinos fueron conociendo su habilidad y en poco tiempo conquistó a dos de sus amigos que se han transformado en sus colaboradores: Emilio José Herrera (25) y Otoniel Alvarado (22), quienes le ayudan a darle color a las figuras que traza en las distintas paredes de su colonia: La Travesía.
Voluntad
Una imagen de Jesús, un carro, las caricaturas de los Looney Tunes, entre otros, hoy en día decoran un muro vecino al campo de fútbol.
Brocha, aerosol y escalera son algunas de las herramientas que utiliza Ángel para adornar la colonia donde reside.
“La crisis económica sigue afectando, los vecinos son de buen corazón, se acercan a uno para donar ya sea dinero o material para seguir haciendo los grafiti”, agregó.
Su imaginación no tiene límites, es así que ha plasmado también la imagen de Aquiles, de Troya, a lo mejor mezclando un poco de la realidad de nuestro país.
Poco a poco su colonia está cambiando su rostro.
Deseo
“Mi deseo es que mi colonia sea conocida no solo por el nivel de inseguridad que existe, sino por cosas positivas y parte de estas cosas positivas las estamos haciendo juntos con mis amigos”.
Lo que para muchos es un simple pasatiempo, para Ángel es un placer unido a una habilidad nata que le permite dejar volar su imaginación, haciendo uso de materiales al alcance de sus manos y claro, contando con el apoyo de sus dos amigos.
Juntos le están dando un nuevo rostro a su vecindario, en espera de que otros jóvenes se les unan en esta encomiable labor artística.