TEGUCIGALPA, HONDURAS.-Una sequía dramática azotará Honduras en 2020. El panorama es sombrío, con un pronostico devastador y, a menos que la naturaleza se apiade, lo único que resta es cuidar la poca agua que poco a poco se evaporiza en las represas.
Ante la apocalíptica situación, el gobierno emitió ayer una emergencia nacional con la que se pretende mermar la crisis que dejaría la falta del vital líquido.
Juan Orlando Hernández, presidente de la República, informó luego de su reunión con equipos técnicos del Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (Sinager) que se tomarán medidas ante la dramática sequía y los efectos del cambio climático en el país.
Enfatizó que la problemática se verá reflejada a nivel nacional por lo que se debe trabajar en conjunto y no de forma aislada.
Para esto se instruyó a las municipalidades y las instituciones del Estado a trabajar de forma articulada para enfrentar la sequía, cambio climático, manejo del agua y el suelo, producción en el campo y el combate del gorgojo, la quema del bosque y el dengue.
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Desabastecimiento
“La sequía que vamos a enfrentar este año es dramática, estamos hablando de algo superior en la falta de agua en comparación al año anterior”, anunció el mandatario.
Advirtió además de la precaria situación que refleja la represa La Concepción donde el agua almacenada es la mitad en comparación al año anterior, y “esto lo vemos también en La Paz y La Ceiba”.
Detalló que la cantidad de agua este año no responderá a la demanda de la agricultura tradicional y el impacto será directo en la producción de alimentos.
En referencia a la capital anunció que se apoyará con cisternas de agua, de las existentes en las instituciones del Estado y otras que se van adquirir, para abastecer la demanda de agua.
A esto hay que sumarle el inicio de las licitaciones a partir del 15 de enero para la construcción de represas en el Distrito Central.
Se pidió también a los organismos multilaterales para que amplíen los créditos para la construcción de represas en especial al Banco Mundial, Banco Interamericano de Desarrollo, Banco Centroamericano de Integración Económica, Banco Central de Honduras y Banco Europeo de Inversiones para que den tiempo y espacio para invertir capitales en concepto de préstamo para enfrentar el cambio climático.
“Lo que queremos es una ampliación por dos años en cada crédito que nos han dado y el equivalente de esos créditos usarlo de manera agresiva para construir represas grandes, medianas y pequeñas para agua de consumo humano y producción”, recalcó.
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