TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Entre 300 y 400 transportistas requieren visa de Costa Rica para normalizar sus operaciones y no perder sus empleos, pero en la embajada de ese país les han puesto muchas trabas, se quejaron.
El titular del Instituto Hondureño de Transporte Terrestre (IHTT), Rafael Barahona, declaró que la problemática de visados entre Costa Rica y Honduras afecta directamente el bolsillo de los conductores de carga pesada.
De los 300 a 400 empleados de este rubro que requiere la visa, aproximadamente 200 son de Tegucigalpa y el resto de otras ciudades, quienes se han movilizado a realizar la gestión y todavía no les han dado respuesta en la embajada de Costa Rica, denunció Barahona.
La situación se torna difícil en los puntos fronterizos que conducen a Costa Rica debido a que los transportistas hondureños y ticos se estarían quedando sin trabajo debido a la exigencia del documento consular.
EL HERALDO comprobó en visitas a los sectores fronterizos de Guasaule, en El Triunfo y en El Espino, San Marcos de Colón, Choluteca, que en este momento hay mayor movimiento de conductores con nacionalidad salvadoreña, guatemalteca y nicaragüense.
El paso de operadores de transporte con nacionalidad hondureña o costarricense ha disminuido debido a que se han visto obligados a obtener una visa. Barahona mencionó que no van a permitir el cierre de fronteras ni la toma de carreteras, por lo que quienes se atrevan a realizarlo serán sancionados.
Ante esto, en los distintos puntos fronterizos hacia el sur de Centroamérica, es decir, hacia Nicaragua, se han instalado equipos antimotines de la Policía Nacional para evitar disturbios.
“Les pedimos a los transportistas que tengan paciencia, no les vamos a dejar de la mano, confiamos que vamos a sacar rápido esas visas y confiamos en que se va a solucionar el problema de fondo”, se comprometió el titular del Instituto de Transporte.
Propuesta
Aunque los dos países endurecieron los requisitos de visas, el canciller hondureño Eduardo Enrique Reina propuso construir un mecanismo que garantice la seguridad.
“Estamos abiertos al diálogo. Hemos propuesto a Costa Rica que se eliminen todas las visas en un período prudencial de dos o tres meses, para construir conjuntamente un sistema de prechequeo, preautorización u otro mecanismo ágil de conjunto de permiso de viaje que garantice la seguridad de ambos países con intercambios de información de personas antes de su viaje”, expresó Reina.
Recalcó que “el solo dar visa al transporte sin esos mecanismos no beneficia a todos los ciudadanos, ni garantiza la seguridad, que es lo que ha manifestado Costa Rica, ha sido su preocupación para imponer visa a las y los hondureños”.
La embajada de Costa Rica acreditada en el país anunció que los hondureños con visa estadounidense B1 y B2 (con múltiples entradas), canadiense o visa Schengen “pueden ingresar” al país sin ningún tipo de restricciones.
Transportistas de CA piden se acepte propuesta de Costa Rica
La Federación Centroamericana del Transporte remitió una carta a la presidenta Xiomara Castro para que acepte la propuesta de Costa Rica de no ponerle visas a los transportistas.
Tras la aplicación de visas, Costa Rica decidió quitar excepciones, entre las que estaba no exigirle visas a quienes formen parte del transporte de carga.
Mediante un comunicado, la Federación exhortó al gobierno de Honduras a responder de manera positiva a la propuesta de Costa Rica “para permitir que los transportistas centroamericanos puedan ingresar a ambos países sin mayores restricciones”.
Asimismo, afirmaron que quitando la medida se garantiza “el libre tránsito de los transportistas centroamericanos y hacer velar los principios de la integración centroamericana”.
De igual formaron instaron al gobierno de Castro a tener un “diálogo constructivo” ya que la exigencia de visas “acarrea problemas a los transportistas de ambos países”.
El canciller Eduardo Enrique Reina indicó que pidieron formalmente a Costa Rica eliminar “todas las visas en un período prudencial de 2 o 3 meses, para construir conjuntamente un sistema de prechequeo, preautorización u otro mecanismo ágil.