Tegucigalpa, Honduras.-La deportación del narcotraficante Amílcar Alexander Ardón obligó a la Fiscalía de Honduras a correr contra reloj para preparar una acusación que deberá ser presentada en un juzgado dentro de las próximas 24 horas.
Los fiscales no tenían en su radar que Ardón sería deportado desde Estados Unidos, tres meses después de haber sido favorecido con la libertad definitiva.
En Honduras, de acuerdo con la acusación entablada por la Fiscalía, Ardón solo enfrenta cargos por lavado de activos y no por asesinato, a pesar de que, en la Corte Federal del Distrito Sur de Nueva York, confesó haber participado en 56 crímenes.
Ardón aseguró que conspiró con otros poderosos capos del narcotráfico para asesinar al señor Alfredo Landaverde, un respetado hondureño que denunció los vínculos de políticos con el narcotráfico.
No obstante, el portavoz del Ministerio Público, Yuri Mora, informó a EL HERALDO que no se descarta la ampliación del requerimiento fiscal por hechos distintos a los que fue acusado en Estados Unidos.
Durante su comparecencia en el juicio del expresidente Juan Orlando Hernández, del que fue uno de sus principales testigos, la Fiscalía estadounidense lo interrogó sobre los crímenes cometidos bajo su mando, y él develó con frialdad cada uno de ellos.
Fiscal: ¿De cuántos asesinatos aceptó usted responsabilidad?
Ardón: 56 asesinatos.
Fiscal: ¿Cuántos cometió personalmente?
Ardón: Dos.
Fiscalía: ¿Se hizo responsable de los heridos?
Ardón: Sí, seis.
Fiscalía: ¿Ha participado en torturas?
Ardón: Sí.
Fiscalía: ¿Qué sentencia espera por cooperar?
Ardón: Tiempo cumplido.
El testimonio de Ardón también implicó a figuras clave del narcotráfico internacional, como el cabecilla del Cartel de Sinaloa, Joaquín "El Chapo" Guzmán.
Ardón relató una reunión en 2013 en la que "El Chapo" entregó un millón de dólares en efectivo al exdiputado Juan Antonio "Tony" Hernández para financiar la campaña política del expresidente Juan Orlando Hernández.
Andanzas de Ardón en el narcotráfico
Según las indagaciones de la Fiscalía de EE UU, entre el año 2000 y el 2015, incluso durante su etapa como alcalde de El Paraíso, Ardón Soriano participó en actividades de narcotráfico a gran escala con narcotraficantes ubicados en, entre otros lugares, Colombia, Honduras, Guatemala y México.
Él participó en el procesamiento, recepción, transporte y distribución de grandes cargamentos de cocaína que llegaban a Honduras en aviones y lanchas rápidas.
En Honduras, tenía acceso a al menos un laboratorio de cocaína, así como a una pista de aterrizaje clandestina utilizada para recibir aeronaves cargadas de cocaína procedentes de Sudamérica.
Asimismo, participó en la seguridad fuertemente armada de los cargamentos de cocaína transportados dentro de Honduras, incluyendo a miembros de la Policía Nacional Hondureña y narcotraficantes armados con, entre otras armas, ametralladoras.
Aprovechó su poder en El Paraíso, Copán cobrando un impuesto por kilogramo a la cocaína transportada por otros traficantes a través de la zona que controlaba.
Como resultado de estas actividades ilegales, obtuvo millones de dólares de la distribución y venta de la cocaína que, junto con otros, importaba a Estados Unidos, y utilizó parte de las ganancias del narcotráfico para financiar campañas políticas en Honduras para él y sus socios.
