TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La politización, corrupción y ambición de algunos funcionarios ha provocado que casi una decena de instituciones del Estados sean intervenidas desde el Ejecutivo o mediante el Congreso Nacional.
Esta medida es una muestra de la debilidad institucional y la poca confianza en los funcionarios nombrados para comandar los entes del Estado.
Una de las primeras intervenciones es la del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS), después del descalabro provocado por la exjunta directiva durante el gobierno del expresidente Porfirio Lobo Sosa.
Lo cierto es que esta intervención es de la más duraderas, pues están por cumplir cinco años en el cargo y las soluciones a una serie de problemas no han sido concretas.
La Secretaría de Salud también ha pasado por varios procesos de intervención, desde el 2013, cuando fue destituida la exministra. Roxana Araujo.
En agosto de 2018 se conformó una Comisión Especial para la Transformación de la Salud que busca sanear la grave crisis que enfrenta el sistema sanitario del país.
A nivel de hospitales nacionales y regionales se han practicado los mismos procesos, incluso el Hospital Escuela fue pasado a la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) en el gobierno del expresidente Lobo Sosa.
Debido a que la UNAH no logró dar los resultados esperados en el principal centro asistencial público del país, en noviembre pasado Salud se volvió a hacer cargo de este.
La Secretaría de Educación también enfrenta un proceso de intervención liderado por varias organizaciones del Estado y de sociedad civil, debido a la baja calidad de la enseñanza a nivel nacional.
La Universidad Nacional de Agricultura (Unag) es otra de las instituciones que se mantienen bajo un proceso de intervención desde el 2017, pero hasta el momento no ha dado los resultados esperados, como lo demostró la Unidad Investigativa de EL HERALDO.
Apoyo
Para apoyar a la Policía Nacional en la limpieza de los malos elementos se nombró una comisión depuradora, que se mantiene hasta la fecha.
Esta es integrada por miembros de la sociedad civil, funcionarios del Estado y miembros de otras interventoras.
Recientemente el Registro Nacional de las Personas (RNP) fue intervenido debido al mal manejo de las autoridades que lo lideraban y la politización de la institución que maneja la documentación de todos los hondureños.
Igual sucedió en el Patronato Nacional de la Infancia (Pani), donde las autoridades fueron separadas y desde el Poder Ejecutivo se nombró una interventora.