Honduras

Diputados cambian y son expulsados de bancadas como juego de ajedrez político

En 883 días que lleva el actual Congreso Nacional de Honduras han ocurrido las peores parálisis legislativas y las bancadas pasan por una reestructuración
27.06.2024

TEGUCIGALPA, HONDURAS.- El Congreso Nacional (CN) elegido para el período 2022-2026 ya no es el mismo de sus inicios. Discordias entre bancadas, luchas ideológicas, fugas y expulsiones de diputados han provocado movimientos internos que fortalecen a algunas instituciones políticas, pero debilitan a otras.

La integración de las bancadas que fueron electas por los hondureños ahora es distinta. Por ejemplo, el oficialista Libertad y Refundación (Libre), que en 2022 inició con 50 diputados, ahora tiene 40; el Partido Nacional (PN) tenía 44 y ahora son 43.

Estos movimientos se han replicado en todas las bancadas y ahora el hemiciclo incluye congresistas independientes, incluso instituciones políticas, por expulsiones, perdieron representación en el CN.

La conformación original del Congreso Nacional, electa por el pueblo en 2022, estaba compuesta por Libre como la mayor fuerza con 50 diputados, seguida por el Partido Nacional con 43 congresistas, el Partido Liberal (PL) con 22, el Partido Salvador de Honduras (PSH) con 10 curules, y finalmente, el Partido Anticorrupción (PAC) y la Democracia Cristiana (DC) con un escaño respectivamente.

Movimientos de bancadas hasta 2024

Desde el 25 de enero de 2022 hasta el 27 de junio de 2024 han transcurrido 883 días desde la elección de este CN en 2021, y durante este lapso las bancadas se han reconfigurado, con diputados cambiando de partido, siendo expulsados y declarándose independientes.

Entre expulsiones, transfugismos y los declarados independientes, más de 14 diputados se encuentran en estas circunstancias que han provocado la reconfiguración del Congreso Nacional.

En el caso de Libre, 10 congresistas abandonaron la bancada, entre ellos Jorge Cálix, Francis Cabrera y Edgardo Castro, quienes se mudaron al Partido Liberal.

El PSH es otra institución política donde ha ocurrido este fenómeno. Un ejemplo es el diputado Luis Redondo, quien según términos políticos está alineado con Libre, razón por la cual esta bancada no lo reconoce como uno de los suyos.

Además, Ligia Ramos y José Manuel Matheu, otros congresistas declarados independientes, abandonaron el grupo inicial de 10 diputados con los que comenzó el PSH.

Entre otros cambios políticos, después de 883 días, el CN está conformado de la siguiente manera: Partido Nacional, ahora la primera fuerza con 43 congresistas; Libre (40); Partido Liberal (32); PSH (7); PAC (1); y 5 independientes.

También se contempla que en lo que resta de la gestión legislativa puedan ocurrir nuevas composiciones o reconfiguraciones.

Transfuguismo, un fenómeno

Los expertos políticos coinciden en que estas acciones en el ámbito político son válidas, pero es necesario reflexionar sobre por qué los congresistas abandonan sus bancadas. Uno de los principales motivos es la inestabilidad política, la falta de diálogo y comportamientos dictatoriales.

Según el experto político Miguel Cálix, este fenómeno es saludable, explicando que “la gente vota por el diputado que ocupa una posición en el partido en ese momento, y la credencial se otorga a la persona que se postuló, no al partido”.

Cálix ejemplifica que en el caso de Luis Redondo, “fue elegido bajo la bandera del PSH, pero si él cambia de partido, es parte de sus derechos políticos. Nadie está obligado a pertenecer a una asociación y esto no disminuye su representación”.

Lo que está sucediendo en este CN es el fenómeno del transfuguismo. Cálix señala que “es normal en sistemas políticos inestables”.

“Hay una recomposición en las bancadas, lo que no afectará significativamente la democracia porque son acciones políticas”, agrega el analista Carlos García.

“¿Esto es bueno o malo? Depende de los intereses de cada partido. Claramente, ningún partido está interesado en legislar a favor del pueblo, sino a favor de sus propios intereses”, analiza García.

A pesar de la reconfiguración, las principales fuerzas políticas están obligadas a negociar entre sí para reformas o leyes importantes como las reformas electorales o la controvertida ley de justicia tributaria.

Sin embargo, el analista García advierte que “Libre no se preocupa por la cantidad de votos en la bancada cuando legisla, sino que se vale de cualquier artimaña como comisiones permanentes o simplemente aprueba leyes como la CAF, sin considerar los votos, lo cual es altamente perjudicial”.

“El riesgo aquí es que la fragmentación llegue a un punto en el que sea difícil alcanzar mayorías de 86 votos para acuerdos. A Libre le será más difícil debido a los conflictos de intereses”, opina Miguel Cálix.

Por ahora, el PN es la primera fuerza del Legislativo, lo que obliga a Libre a buscar alianzas, según los expertos.

“No hay que generalizar al decir que los políticos están mal. Los políticos estarán ahí porque forman parte del sistema y, en cierta medida, del modelo que requiere la existencia de buenos y malos. El problema serio está en el sector democrático”, comenta el analista Raúl Pineda.