COMAYAGUA, HONDURAS.- La producción en la Granja Penal de Comayagua vuelve a resurgir. Los programas agrícolas, avícolas y porcinos que se convirtieron en un modelo para el sistema carcelario del país desde su implementación en 2001 se han reanudado, luego de permanecer abandonados producto del fatal incendio del 14 de febrero de 2012 en cobró la vida de 361 internos.
Después de seis años del trágico suceso, las milpas de maíz han florecido de nuevo en las galeras de las gallinas, la producción de huevos mayor es y en los chiqueros crecen y se engordan decenas de cerdos, destinados al consumo interno y la comercialización.
Los ingresos que estos rubros reportan están destinados para la compra de alimentos de los mismos privados de libertad, el autosostenimiento de los proyectos y suplir otras necesidades que surgen a lo interno del penal.
En la actualidad la granja penal tiene una población de 578 reos, de los cuales alrededor de 200 forman parte del engranaje productivo en los proyectos mencionados.
“Ya tenemos siembra de maíz, siembra de yuca, se está activando el proyecto de gallinas ponedoras y la cría de cerdos con el objetivo que la granja vuelva hacer un modelo para el país”, explicó Santos Vallejo, director de la granja penal de Comayagua.
Por los momentos en el centro tienen 150 cerdos en engorde para ser vendidos en diciembre, a precios que oscilan entre los 1, 000 y 1,500, dependiendo el tamaño, los meses y el peso que tenga el animal.
Asimismo, hay unas ocho mil gallinas produciendo alrededor de 80 cartones de huevos a diario que se comercializan en las afueras del recinto en horas de la tarde. Los precios van desde los 70 lempiras el cartón de tamaño normal hasta 75 el más grande.
Además, unas 12 manzanas están a disposición y llenas de cultivos agrícolas.
Vallejo expresó que estos programas productivos también sirven para la reformación de los internos.
“Hay mucho privado de libertad que no tenía conocimiento de siembras ahora están aprendiendo y estos les sirve para que cuando obtengan su libertad vayan a trabajar a sus lugares de origen y se inserten a lo laboral”, dijo.
La rehabilitación
Las autoridades carcelarias invierten en la actualidad en la reparación del techo, comederos, portones y las divisiones de la galera de los cerdos de engorde.
Además se construyen dos galpones para la cría de gallinas ponedoras con el objetivo de aumentar la producción de huevos.
También se encuentran en proceso la renovación de unas dos mil gallinas por pollas para mantener vigente la productividad.
En cuanto a la producción de maíz, se instalan tuberías para poner en funcionamiento un sistema de riego que haga eficiente la cosecha.
Con el objetivo de diversificar la producción se tiene previsto trasplantar árboles frutales.
Aunque se desconoce el monto de inversión, pues según Vallejo no estaba autorizado para revelarlo, el cambio en el penal es notorio.
Una oportunidad
Para Milton Gonzales, presidiario desde hace nueve años, el aprender a criar cerdos y cosechar granos básicos le permitirá trabajar de manera honesta cuando obtenga su libertad.
“Veo de buena manera que nos enseñen a cosechar y criar cerdos porque al salir de prisión uno se puede dedicar a trabajar en esto y ganarse el dinero de manera honrada”, manifestó González.
Para muchos habitantes de Comayagua los programas del penal son de las mejores iniciativas que se han tomado para que los internos.
“Hay mucho reo que pasa pensando en hacer el mal, otros aunque querían hacer algo productivo no tenían la oportunidad, ahora ya la tienen y deben involucrarlos a todos para que generen sus alimentos y envíen dinero a sus familias que dejaron abandonadas”, consideró Julián Carrasco, habitante.
Las autoridades del centro piensan reactivar también los talleres de zapatería y estructuras metálicas que funcionaban antes del siniestro.