TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Entre silencio y hermetismo se efectuó la reunión de este jueves 2 en noviembre en Casa Presidencial por parte de la embajadora de Estados Unidos en Honduras, Laura Dogu, con los altos mandos del Poder Ejecutivo.
La diplomática llegó a Casa de Gobierno a eso de las 2:00 p.m. y estuvo por aproximadamente dos horas, saliendo por uno de los portones alternos de la sede presidencial.
A su arribo en camionetas de la Embajada Americana, tampoco entró por el portón principal en virtud de ser una cita muy privada y donde no se alertó a los medios de comunicación que cubren la fuente.
EL HERALDO consultó al expresidente Manuel Zelaya Rosales y a Héctor Zelaya con quién se reunió la plenipotenciaria, pero no hubo respuesta.
De igual forma se hicieron las consultas al ministro de Comunicaciones, Ivis Alvarado, y tampoco se obtuvo información.
En el génesis del encuentro se preguntó a parte del equipo de comunicaciones de Presidencial por la presencia de Dogu y adujeron “desconocer” sobre su estadía.
Asimismo, se hicieron las interrogantes a la Embajada Americana teniendo la misma suerte.
El cónclave se dio a un día de la polémica designación de Johel Zelaya como fiscal general interino, algo que fue criticado por el gobierno de los Estados Unidos.
En sus redes sociales, Dogu lamentó los actos de violencia que enmarcaron la designación de Zelaya señalando que dichos actos “solo servirán para polarizar aún más y dañar la imagen del país y el clima de inversión, en un momento en que es urgente crear empleo. Las imágenes de más personas heridas son alarmantes y la violencia debe detenerse”.
A su vez, puntualizó que “los hondureños necesitan confiar en su democracia hoy más que nunca”.
El subsecretario de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado de Estados Unidos, Brian Nichols, acotó que la imposición de Johel Zelaya se hizo por parte de una “minoría del Congreso” y dicha acción “socava aún más la confianza en las instituciones del país”.
