Tegucigalpa, Honduras
La debilidad y la poca fuerza en las investigaciones obliga a las nuevas autoridades del Tribunal Superior de Cuentas (TSC) a tomar medidas para darle vuelta a la página. La primera acción es certificar a sus auditores.
Esto significa que estos empleados del ente contralor serán sometidos a las diferentes pruebas de confianza: el polígrafo, pruebas socioeconómicas y patrimoniales, entre otras, a fin de demostrar su capacidad e idoneidad al frente de su cargo.
“Dentro de la nueva agenda del Tribunal Superior de Cuentas está el proyecto de certificación de los auditores”, confirmó el presidente del TSC, José Juan Pineda.
El ente contralor cuenta con 243 auditores que hacen las respectivas indagaciones en la diferentes municipalidades e instituciones gubernamentales. Sin embargo, este escaso recurso humano carece de especialización e idoneidad.
Con este recurso humano deficiente, el ente contralor no logra auditar ni siquiera las 298 municipalidades a nivel nacional, mucho menos logra llegar al sector descentralizado, desconcentrado y fideicomisos.
Expertos en el tema de auditoría coinciden en que las investigaciones hechas actualmente por el TSC son empíricas.
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Un informe de veeduría hecho recientemente por la sociedad civil revela que las auditorías externas realizadas por el TSC cubren hasta un 35 por ciento del total del gasto ejecutado del sector público, siendo lo mínimo aceptable, según estándares internacionales, un 70 por ciento.
En ese sentido, la sociedad civil recomendó a las autoridades del ente crear la escuela de auditoría gubernamental que brinde capacitación técnica a los funcionarios.
Los auditores del TSC no están trabajando en equipo con los demás operadores de justicia, es decir que no tienen ningún tipo de contacto con los fiscales del Ministerio Público, quienes son los que finalmente ejecutan la acción penal contra funcionarios involucrados en casos de enriquecimiento ilícito, entre otros.
“La certificación permitirá contar con personal con alto perfil profesional y elevar la calidad del trabajo que realiza la institución, con responsabilidad, eficiencia y transparencia”, indicó Pineda.
Un diagnóstico sobre procesos y prácticas de auditoría gubernamental elaborado hace unos años por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) criticó las limitaciones de personal preparado para realizar los diferentes tipos de control.
Actualmente, el TSC ya trabaja en un mecanismo legal para certificar a sus auditores.
La idea de certificar a los auditores surge luego de un diagnóstico realizado por los nuevos magistrados que posibilitará potenciar la labor que realiza el personal de la institución.
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Auditores internos
Las intenciones del Tribunal Superior de Cuentas son certificar a los auditores internos. Estos son los responsables de ejercer un control en las instituciones del sujeto pasivo, como son las municipalidades y las instituciones del Estado, dijo el magistrado Pineda.
“Hemos encontrado que hay muchas deficiencias en el desempeño de ellos”, indicó
También anunció que tienen lista una iniciativa entorno a la reforma de la ley sobre el nombramiento de los auditores internos con el propósito de certificar los mismos.
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La intención es que el TSC deberá certificar a los auditores internos de todas las instituciones.
“Nuestra agenda incluye la preparación de un anteproyecto que permita una reforma a la Ley Orgánica del Tribunal Superior de Cuentas, la cual irá orientada a retomar el control de las Unidades de Auditoría Interna que actualmente se encuentran en las instituciones del Estado”, anunció el funcionario.
Dijo que esta agenda incluye un novedoso plan nacional de auditoría, el cual pretende definir un trabajo efectivo y coordinado, “evitando así la duplicidad de funciones en la labor contralora que realizan los auditores internos de las entidades públicas y los auditores del Tribunal Superior de Cuentas”, indicó.
