TEGUCIGALPA, HONDURAS .- La insensatez de los políticos tienen a Honduras en una crisis que amenaza no solo con traspasar la capacidad de mediación nacional, con una parálisis de la administración gubernamental y con llevarse de encuentro la poca institucionalidad existente, consideran diferentes sectores sociales.
Representantes de organizaciones no gubernamentales, empresarios, analistas, dirigentes obreros y la misma Iglesia Católica señalan que este tipo de anarquía esta generada por políticos suicidas que buscan sus propios intereses, así como de partidos, de grupos económicos, y hasta del narcotráfico y crimen organizado.
VEA: Vía Zoom: Así se instaló la primera legislatura del CN presidida por Jorge Cálix
La comunidad internacional llamó al diálogo, no obstante, la representación del partido Libertad y Refundación (Libre) con la del Partido Salvador de Honduras (PSH) mantienen una posición firme de que el diputado Luis Redondo es el presidente de la junta directiva del Congreso Nacional, por otro lado, 18 disidentes de Libre, unidos con la bancada nacionalista y parte del ala liberal pujan por Jorge Cálix.
Para el analista Eugenio Sosa, si las posiciones se mantienen inamovibles y si no se encuentra una solución- que hasta posiblemente puede ser tercería aceptada por todas las partes- la situación podría desembocar en una crisis nacional de grandes dimensiones.
Lamentó que el grupo de Calix, por la ambición de poder se haya coludido con el Partido Nacional que busca impunidad; y si esta facción sigue creciendo apoyada por grupos de poder de la sociedad hondureña, la situación podría alcanzar niveles a gran escala, porque se debe tener claro que la legitimidad política la tiene la presidenta Xiomara Castro.
“Este grupo que alega legalidad porque ha reunido más de 70 votos de diputados propietarios, tiene un enorme problema es que está vaciado, anulado de apoyo popular, además de tener una condena severa del pueblo y “tiene a una presidenta del Ejecutivo, que ya va asumir, y que tiene una decisión contundente que no va a pactar con corruptos y que va a respetar el convenio bicentenario con Salvador Nasralla, convenio que los hoy disidentes y los demás partidos conocían”.
“Si no hay posibilidades de una salida política, negociada hasta donde se puede, esto puede escalar a niveles insospechados con consecuencias inimaginables que el horizonte puede terminar en una ruptura constitucional que devastaría a la sociedad hondureña”, sostuvo.
ADEMÁS: Beatriz Valle confirma que fue derogada la Ley de Secretos
A su criterio, los nacionalistas, los liberales y los disidentes deben tomar en cuenta algo: “que Xiomara Castro tiene un acuerdo con Estados Unidos, un acuerdo de trabajar por los problemas nacionales, un acuerdo de trabajar para detener la migración, un acuerdo de que no va haber Asamblea Constituyente, un acuerdo de que no va haber reelección; incluso Xiomara ya se reunió con Taiwán, ni siquiera se está dirigiendo a China. Xiomara está en una buena relación con Estados Unidos”.
Esto hace ver que el grupo de Jorge Cálix no va a contar con el visto bueno de la comunidad internacional por lo que han hecho, por mucha legalidad que argumenten con los 75 propietarios, porque de origen tienen enormes ilegalidades.¿Como puede ser legítimo un presidente del Congreso Nacional que sale huyendo en helicóptero y se escuda en un bosque porque no puede darle la cara a un pueblo y se escuda en la virtualidad? ¿Por qué no puede hacer reuniones presenciales?, que convoca en el hemiciclo y una hora antes cambia y se va corriendo para Bosques de Zambrano, cuestionó Sosa.
Indicó que Jorge Calix no tiene el visto bueno del pueblo y no tendrá los recursos, y las Fuerzas Armadas no se meterán en otra crisis por ellos. Ante tal situación lo más correcto es un acuerdo político, “donde Cálix de un paso atrás, o en otro caso, que un diputado de Nasralla o de Libre, si Nasralla está de acuerdo, asuma la presidencia. A estas alturas puede ser que un acuerdo pase por que no sea ni Cálix, ni Redondo, eso es a lo más que se puede llegar para evitar la crisis de altas dimensiones”, detalló Sosa.
El analista advirtió que una ruptura constitucional contra Xiomara Castro en este momento que tiene una popularidad impresionante significaría un enorme baño de sangre para el pueblo hondureño cuyos responsables serían los militares, el grupo de Cálix y los partidos nacional y Liberal.
Toda crisis tiene salida
Entre tanto el analista Miguel Cálix considera que cuando se quiere resolver algo se proponen soluciones. “El liderazgo no se demuestra con 80 votos en Zambrano o integrando suplentes en el hemiciclo. Si su discurso es de cambió, entonces deben mostrar capacidad de dialogar”.
“Estamos a la puerta de un nuevo gobierno. Hay que mostrar firmeza, por una parte, pero magnanimidad para resolver los conflictos, cediendo cuando corresponde o imponiendo cuando corresponde”, reflexionó.
A su criterio, “estamos en una crisis, pero todas las crisis tienen salida y éstas son eventos que ponen a prueba las capacidades de dialogo, de liderazgo, de gobernanza y la voluntad de actuar a favor del bien común”.
Él no duda que Jorge Calix y Luis Redondo quieran actuar a favor del bien común; lo que cree es que ninguno de los dos ha comprendido que es el país que está de por medio. Esto no es un tema de hacer cumplir un acuerdo o hacer cumplir una ley solamente. Estamos hablando de los efectos que tienen sus acciones, dijo.
VEA: Crisis en el Congreso Nacional no es solo un tema político y urge diálogo
Para Calix la crisis ya traspasó la capacidad de mediación local. “Es que aquí todos sospechamos de todo, si aparece un empresario, o alguien de la iglesia lo van a cuestionar, si aparece un político lo van a cuestionar por cómo estuvo vinculado en el pasado, aunque sea un gran mediador como Tony Salinas, estamos en un momento de tal polarización que van a cuestionar a cualquiera”, deploró.
Uno de los riegos que trae esta crisis política, es una parálisis gubernamental porque queda la posibilidad de que las decisiones que se adopten en una directiva o por parte del Ejecutivo, bajo la misma lógica de la independencia de poderes sean corregidas por el Poder Judicial. “Nos guste o no este es un poder independiente y vaca hasta dentro de dos años, a menos que se disuelva la Corte Suprema de Justicia”, reflexionó Cálix.
Sobre lo que está sucediendo en legislativo, el empresario Juan Ferrera también lamentó que la clase política no aprenda de sus errores ni viendo los ejemplo sobre todo en América Latina. “No están entendiendo cuales son los sentimientos y aspiraciones de la gente, que es lo que desea. Los hondureños lo que queremos es vivir en paz, en armonía social, con inversiones que den empleo de calidad, porque hay tanta juventud preparada pero no encuentra la oportunidad de un trabajo digno”.
El manifiesto que dio la gente votando mayoritariamente- luego que muchos no salían y se habían vuelto indiferentes a ejercer su sufragio- fue una expresión genuina de que desean vivir en paz, en tranquilidad, no dejando duda de quienes ganaron y quienes tienen la responsabilidad de responder con las propuestas y ofertas que hicieron durante la campaña electoral.
La democracia es un intangible que hay que sostenerla en base a hechos y no solo con palabras. No hay que confundirse lo que los hondureños quieren es democracia, no populismo; no quieren promesas incumplidas, quiere educación, salud, seguridad, justicia y libertad con derechos humanos, precisó Ferrera.
El empresario criticó que detrás de los generadores de la crisis haya grupos ocultos. “No es un secreto, hemos estado minados por el narcotráfico. Hay mucha gente que está comprometida con el crimen organizado, con acciones delictivas, están los señalamientos en las cortes de Nueva York y otras instancias. Y ahora que se habla de una fuerza anticorrupción para detener todos esos negocios sucios que han proliferado en la región y en Honduras se da esta crisis”, manifestó.
El pueblo quiere paz
Entre tanto, José Luis Baquedano, líder obrero, expresó que el país ya está viviendo una crisis política, cuando el pueblo lo que quiere es paz, armonía y una buena administración de la presidenta Xiomara Castro.
“Hay una crisis de poder en este momento que hay que buscarle una salida negociada. En política no hay amigos, ni enemigos permanentes, se puede llegar a un diálogo, a un acuerdo, en bienestar del país, del pueblo hondureño. Hoy más que nunca se requiere de esa madurez de los políticos que nos tienen en esta situación que ahuyenta la inversión”, arguyó.
Asimismo, la Conferencia Episcopal de Honduras (CEH) también hizo ver que después de las elecciones generales del pasado 28 de noviembre “ha habido un clima de paz y serenidad que a todos nos ha dado esperanza de caminar hacia un futuro mejor”.
No obstante, dicen los obispos en un comunicado, en los últimos días lamentablemente se han celebrado sesiones paralelas del Congreso Nacional para elegir a los nuevos directivos y según expertos en derecho nacional e internacional consultados, “tememos que dichos procedimientos implican vicios de nulidad, poniendo en riesgo un proceso que se ha venido desarrollando en paz y respeto de la ley”.
La Conferencia Episcopal recomendó entrar en “un diálogo sincero y abierto” entre la presidenta electa del país, los representantes de las dos juntas directivas para buscar una salida a la crisis.
Piden que el diálogo tenga “como objetivo la búsqueda y la realización del mayor bien posible y equitativo de todos los hondureños y no los intereses de personas, grupos o partidos”.
De la misma forma, Melisa Elvir, directora ejecutiva de la Fundación Democracia Sin Fronteras, también llamó al diálogo a las partes ya que de lo contrario la crisis podría desembocar en una situación de inseguridad jurídica y de alejamiento de la inversión extranjera.
Igual que el analista Miguel Cálix, ella también aconsejó que lo más adecuado sería una mediación desde el ámbito internacional, en caso de que las partes no confíen en aquellas figuras de notables que pudieran generar una intervención nacional.