Tegucigalpa, Honduras
El presidente Juan Orlando Hernández zanjó la incertidumbre por la destitución del director de la Policía Nacional, Ramón Sabillón, al indicar que esta remoción es parte de “replanteamiento” en la estrategia de seguridad.
“Todos los cambios que se produzcan a partir de esta fecha y también los cambios que se produzcan a principios de año obedecen a una revisión que estamos haciendo, obedecen a un replanteamiento que es necesario hacer siempre en función de ajustar los planes que hemos estructurado”, dijo Hernández desde Nueva York, en donde participó en la Alianza Global de Cocinas Limpia.
El ministro de Seguridad, Arturo Corrales, anunció la noche del jueves que por instrucciones del presidente Juan Orlando Hernández y como medida “estratégica” se procedía a separar a Sabillón y en su lugar se nombraba a Félix Villanueva, que se desempeñaba como subdirector de la Policía Nacional.
Pero la destitución se hizo en medio de un hermetismo que provocó una serie de especulaciones sobre las verdaderas razones de ese cambio y mientras el gobernante estaba fuera del país.
EL HERALDO conoció que el gobernante tenía contemplado entregarle a Sabillón el acuerdo de destitución en horas de la noche cuando regresara del exterior.
Sabillón, según Corrales, fue asignado a un cargo en la representación diplomática de Honduras en las Naciones Unidas.
El despido de Sabillón, que estuvo 11 meses en el puesto, no es muestra de debilidad de la Policía Nacional si no que, al contrario, demuestra un trabajo “para repotenciarla”, insistió.
“Yo quiero dejar algo claro aquí, la Policía Nacional de Honduras es una institución de orden permanente, vamos a seguir trabajando para repotenciarla para que su depuración, su transformación, continúe para que vuelva a tener esas capacidades y se vuelva a ganar la confianza del pueblo hondureño como el pueblo lo demanda”, remarcó.
La seguridad es una política integral y, por ende, los operadores de justicia tienen que trabajar mancomunadamente, dijo.
“Quien no quiera trabajar coordinadamente, quien quiera seguir separado de este esquema pues no entiende cuál es la verdadera filosofía y la verdadera efectividad que debe tener la coordinación de todos los operadores de justicia, en ese sentido, es parte de todos los movimientos rutinarios”.
Crisis creada
La destitución de Sabillón generó el viernes un cisma dentro de la Policía Nacional provocado por un grupo de al menos 100 oficiales que se oponen a la separación del jerarca policial porque pretenden evitar que luego del cambio ellos sean separados de la institución bajo la figura de “retiro voluntario”.
EL HERALDO conoció que hay dos bandos que apoyan a Sabillón, uno que es fiel por convicción y otro que aprovecha la coyuntura para generar una inestabilidad que frene sus separaciones.
Este último grupo está conformado por elementos a los que la Secretaría de Seguridad obligaría a aceptar su jubilación porque existen indicios de que están vinculados con el crimen organizado o han cometido algún tipo de falta grave.
Según fuentes consultadas por EL HERALDO, uno de los factores que generó la destitución de Sabillón fue que este se opuso a la separación de 43 policías porque no se estaba siguiendo el procedimiento legal para ello.
“Había gente que iba a ser separada, algunos de estos sí han cometido irregularidades y otros no y Sabillón apoya que se destituyan a los corruptos, pero mediante la aplicación de la ley”, dijo la fuente.
El despido de los elementos estaba previsto para el 23 de septiembre pasado a petición del ministro de Seguridad, Arturo Corrales.
Como consecuencia de esta supuesta crisis creada, varias postas de la capital laboraron ayer a medio vapor, pese a que en algunos medios se manejó que la paralización era total.
EL HERALDO confirmó que en algunos distritos policiales como el de El Edén y la San Miguel, que dependen de la Unidad Metropolitana de la Policía 1, algunos policías explicaron que “el mando” les ordenó quedarse en esas postas de forma indefinida y a los elementos que iban de franco se les instruyó para que no salieran.
No obstante, en el distrito policial del barrio Belén, algunos policías dijeron abiertamente que rechazaban la destitución de Sabillón y que solo la mitad del personal estaba laborando.
A la espera
El comisionado general Ramón Sabillón Pineda permaneció hasta la noche del viernes en su oficina en Casamata.
De acuerdo a información conocida por EL HERALDO, el argumento que Corrales utilizó para pedirle la renuncia a Sabillón fue que este le había solicitado al Presidente una reunión con todos los oficiales de la Policía sin tomarlo en cuenta.
Sin embargo, se conoció que Sabillón en ningún momento realizó tal petición y que si lo hubiese hecho estaba en una actuación legal. EL HERALDO confirmó que el Presidente, a través de un asesor, le mandó a decir al jefe policial que se mantuviera en su puesto mientras regresaba.
En las primeras horas de la tarde, el comisionado fue visitado por Marvin Ponce, asesor del presidente de la República. Lo que se maneja dentro de la alta oficialidad policial era la supuesta traición de Villanueva.
Por su lado, el comisionado Félix Villanueva sostuvo en horas de la mañana del viernes una reunión con el ministro Corrales en la Academia Nacional de Policía y hasta horas de la noche no había ingresado a su nueva oficina en Casamata.
En el programa Foro Canal 10 trascendió que Sabillón informó que no se pronunciaría sobre su separación porque el mandatario le ordenó no hablar sobre el tema.
En menos de once meses, Sabillón dinamizó el accionar de una Policía corroída por la corrupción y por la inacción en el cumplimiento de su deber de proteger a la ciudadanía.