TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Vientos catastróficos, lluvias torrenciales, inundaciones mortales, deslizamientos y marejadas con olas grandes y destructivas que amenazan la vida de las personas son parte del apocalíptico huracán Iota que finalmente tocó suelo anoche en las costas de Nicaragua.
El Centro Nacional de Huracanes lo identifica como un fenómeno devastador con vientos de 260 kilómetros por hora que se debilitarán a medida avance en tierra firme pero dejando un manto de destrucción a su paso.
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Acumulaciones de agua de entre 250 a 700 milímetros en un promedio de apenas tres días, desbordamientos de ríos y descenso en la temperatura también son parte de los pronósticos vigentes ante el mortal fenómeno.
Iota ya ingresó a Nicaragua y entre el mediodía y la tarde de hoy se espera que ingrese a Honduras por el departamento de Olancho con una velocidad de recorrido de 15 kilómetros por hora afectando Gracias a Dios y El Paraíso para, en pocas horas, mostrar su devastación en Francisco Morazán, Valle y Choluteca, y luego internarse en El Salvador.
Potencialmente mortal, el ciclón traerá destrucción masiva en Honduras por un lapso de 24 horas en las zonas vulnerables.
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El Centro Nacional de Huracanes (CNH) catalogó a Iota como un fenómeno devastador que pone en riesgo la vida de los hondureños y que tocará el territorio entre el mediodía y la tarde de hoy, dejando fuertes inundaciones y deslizamientos en las zonas más vulnerables del territorio.
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Hay 10 departamentos con órdenes obligatorias de evacuar ante el inminente peligro. Hay más de 540 albergues listos, algunos con su capacidad sobrepasada y terror en la población por un posible desastre nacional.
Honduras no se había ni comenzado a sobreponer de las desgracias que dejó el fenómeno Eta y ahora debe enfrentar un reto más grande.
Se vienen dos días de dolor para los hondureños, el temor se percibe ante los terribles pronósticos.
Iota
Una lluvia copiosa cae desde ayer en Olancho y Gracias a Dios, el huracán está internando su poder en Honduras a un paso veloz y con ansias destructivas.
El fenómeno que tocó tierra ayer en Nicaragua viene acompañado de vientos catastróficos y fuertes acumulados de lluvia.
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En diferentes videos difundidos en redes sociales se pudo observar la potencia del fenómeno catalogado de los más destructivos de la historia con un poder sobrenatural.
La Comisión Permanente de Contingencias (Copeco) pronostica que para el mediodía de hoy por tarde Iota esté oficialmente en el país ya convertido en una tormenta tropical.
Se prevé un recorrido devastador con inundaciones y deslizamientos en los departamentos de Olancho, Gracias a Dios, El Paraíso, Francisco Morazán, Choluteca y Valle, aunque todo el país está inmerso en peligro, en especial la zona norte, recién golpeada por Eta.
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En el caso de la zona sur, hay expectativas desastrosas por parte de los expertos.
El valle de Sula vuelve a estar bajo fuerte amenaza.
El impacto más fuerte se presentará entre la noche de hoy y el día de mañana.
Las evacuaciones continuaron ayer, se calcula que al menos 60 mil personas tuvieron que abandonar sus casas por vivir en zonas altamente peligrosas.
A nivel nacional la cantidad de damnificados superaba los 160 mil y los afectados pasan de los tres millones.
A la buena o a la mala no les quedó otra opción que cargar las pertenencias más primordiales e internarse en un albergue temporal.
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Los pronósticos apuntan que el paso de Iota por Honduras será fugaz pero destructivo, por lo que las próximas 24 horas a partir del mediodía de hoy serán las peores en varios años.
Todo el país está amenazado, pero el impacto mayor será en diez departamentos: Gracias a Dios, Atlántida, Cortés, Colón, Yoro, Francisco Morazán, Olancho, Choluteca, El Paraíso y Valle.
Entre hoy, mañana y parte del jueves se esperan acumulados de hasta 700 milímetros de agua en el territorio, por lo que las inundaciones serán severas.
El nivel de los ríos comenzó a subir desde ayer en las zonas altas, por lo que se prevé que muchos puentes serán arrastrados por las fuertes aguas.
Además el debilitamiento de terreno por la saturación de agua en el suelo que dejó Eta ocasionará posibles deslizamientos en las zonas más vulnerables del país.
Los cuerpos de socorro, Policía Nacional, Copeco y Fuerzas Armadas se prepararon para el peor panorama, anunciando tener capacidad de respuesta con lanchas, helicópteros y disponibilidad de material humano dispuesto a salvar la vida de los hondureños, aunque piden a la población estar muy atentos.
Ambiente
En las calles de Tegucigalpa, donde el ojo del fenómeno se ubique posiblemente en horas de la noche, desde ayer hay una especie de histeria colectiva.
Los centros de abastecimiento de comida, insumos y gasolina se vieron abarrotados de catrachos.
Las personas en zonas vulnerables comenzaron a salirse de sus casas, utilizando las viviendas de sus familiares en lugares seguros temporalmente.
Como sucede siempre, algunas personas se resistían a salir, por lo que se requirió a la autoridad.
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En lo que respecta a los empleados públicos, el gobierno decretó asueto por dos días ante el temor de que la desgracia se pueda salir de control.
Algunas empresas privadas siguieron su ejemplo, permitiendo a sus empleados protegerse en sus casas y tener el día libre.
A quienes les llueve sobre mojado es a los habitantes del valle de Sula, quienes apenas salieron de las lluvias de Eta para caer ahora en las destructivas manos de Iota.
Aunque no es parte del recorrido del fenómeno, la zona norte sí tiene pronosticado recibir otras fuertes cantidades de lluvia.
Copeco explicó que al internarse en el país el ciclón dejará precipitaciones en todo el territorio, por lo que ninguna zona está exenta de recibir fuertes lluvias.
Sectores donde el agua comenzaba a bajar podrían volver a presentar inundaciones, mientras los que ya estaban fuera de peligro vuelven a tener alerta para evitar que sus habitantes repitan la desgracia.
Se pronostica que el fenómeno abandone el territorio hondureño la noche de mañana o la madrugada del jueves.
Aun cuando salga del país las lluvias continuarán vigentes por varios días más debido a los acumulados.
A la población se le solicitó estar alerta en todo momento de los comunicados, valorar la vida, no arriesgarse y buscar refugio en los lugares identificados para prestar ayuda temporal o en las viviendas de sus familiares.
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