TEGUCIGALPA, HONDURAS.- Aún con el miedo a flor de piel por la devastación de la tormenta tropical Eta, los capitalinos viven momentos de gran tensión e incertidumbre.
No es para menos. Los pronósticos del nuevo fenómeno ciclónico Iota son que inevitablemente dejará su huella devastadora por el Distrito Central y el sur de Francisco Morazán.
La ciudad está bajo alerta roja y las autoridades del Comité de Emergencia Municipal (Codem) junto a las Fuerzas Armadas, Policía Nacional, Cuerpo de Bomberos y Policía Municipal, con altoparlantes en sus unidades, iniciaron a pregonar las alertas de salida y de prevención en más de 22 barrios y colonias de alto riesgo por deslizamiento y derrumbes.
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“Hay que evacuar de inmediato, no expongamos nuestras vidas”, repetían con altavoces los miembros de los cuerpos de socorro en zonas como el sector de Los Jucos en el barrio Morazán, Campo Cielo, Betania, Faldas de El Pedregal y Nora de Melgar, entre otras.
Los uniformados se dividieron en siete grupos para llegar con el aviso de las evacuaciones.
“A las personas que viven en zonas de deslizamiento de laderas e inundaciones se les está informando a donde se deben trasladar”, explicó Mario Reyes, gerente del Codem.
Sobre patrullas, los policías y militares avisaban la llegada del peligroso Iota al país, lo que traería fuertes lluvias.
Ante el inusual evento, los vecinos, sorprendidos, salían hasta las puertas de sus casas para escuchar el mensaje.
Algunos, con sus rostros llenos de temor al momento de pasar el vehículo frente a ellos, solo se encomendaban a Dios.
“Estamos avisando a las personas que deben evacuar, se deben preparar y nosotros daremos el apoyo logístico para realizar los traslados”, manifestó Reyes.
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El funcionario también hizo un fuerte llamado a la población que no tiene nada que hacer fuera de sus hogares que evite salir, ya que la ciudad está bajo alerta roja y los desastres se pueden desencadenar en cualquier momento.
Salen de sus casas
Desde el mediodía de ayer decenas de capitalinos que viven en las orillas de los ríos comenzaron a sacar sus pertenencias para evitar perderlas si los niveles de los cauces suben en la ciudad.
A pesar de haber resistencia en las evacuaciones en la colonia Betania, muchos vecinos que viven a la orilla del río comenzaron a salir.
De a poco los vecinos de esta zona que sufren las históricas inundaciones comenzaron a trasladar sus pertenencias.
Las camas, muebles y ropa eran trasladados en las espaldas de varios jóvenes.
“Con las lluvias de Eta casi perdemos nuestras pertenencias, esta vez no queremos arriesgar nada, tenemos que ver dónde dejar nuestras cosas, vamos para la escuela y no sabemos si nos llevarán a otro lugar”, expresó María Ávila, capitalina.
Distinto fue el caso de Mercedes García, una madre de familia quien contó a EL HERALDO que solo evacuará si el agua llega hasta su casa.
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“Con Eta no tuvimos problemas, el río no llegó hasta nuestra casa, pero si esta vez sube, ahí sí nos tocará salir”, dijo la madre mientras hacía tortillas.
Zonas prioritarias
Las autoridades tienen en prioridad máxima de evacuaciones por deslizamiento las colonias La Flor, El Reparto, Obrera, Campo Cielo y Nueva Santa Rosa. En el caso de las inundaciones están las colonias Betania, Las Brisas, Nora de Melgar y Faldas de El Pedregal.
Estos fueron los primeros sectores en ser avisados con altoparlantes sobre las evacuaciones, pero se atenderán más zonas.
Juan Carlos García, primer regidor de la comuna, enfatizó que lo principal es salvar vidas en la capital.
“Hemos estado trabajando para evitar la pérdida de vidas humanas, tenemos dos macroalbergues, uno para Tegucigalpa y otro para Comayagüela”, agregó García.
Con los imborrables recuerdos del huracán Mitch, cientos de vecinos de la colonia La Vega no dudaron en abandonar sus viviendas.
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Con mucho dolor e incertidumbre, los moradores de la zona cargaron vehículos pick-up y camiones con sus pertenencias para evitar perderlo todo.
Sin saber si volverán al lugar que por muchos años fue su hogar, se desprendieron para poner a salvo sus vidas.
Ambiente de tensión
A pesar de que hay circulación sin restricciones, ayer el tráfico en la ciudad fue normal, en horas de la noche cuando los empleados regresaban del trabajo a sus casas se formaron largas filas. En los barrios y colonias de la capital se vive un ambiente tenso, donde el tema de conversación es qué pasará en la capital con la llegada de Iota.
En varios supermercados e instituciones bancarias se formaron largas filas. Los capitalinos buscaban abastecerse de alimentos para quedarse en sus hogares antes de que lleguen las fuertes lluvias pronosticadas.
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