Tegucigalpa, Honduras.- Al menos 11,294 personas murieron de forma violenta entre 2023 y julio de 2024 en Honduras, país que cerró 2023 con una tasa de muertes violentas de 34,5 por cada 100,000 habitantes, clasificándose como la segunda nación más violenta de América Latina, según un informe presentado este martes en Tegucigalpa.
“Honduras continúa siendo un país violento (...), ocupa el segundo lugar de Latinoamérica y en Centroamérica el primer lugar” en tasa de homicidios, afirmó a EFE la directora del Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma del país centroamericano (UNAH), Migdonia Ayestas, al presentar un informe sobre la mortalidad registrada en 2023 y los primeros siete meses de 2024
De acuerdo con el informe, en 2023 se registraron 3.361 homicidios, que representan la principal causa de muertes con un 43,8 %, seguidos por 2.007 fallecimientos en accidentes de tráfico (26,1 %) y 1.143 muertes por causas no intencionales (15 %).
El resto se compone de 602 decesos por causas indeterminadas y 564 suicidios, que en conjunto suman el 15,2%.
Según el estudio, la tasa nacional de homicidios en 2023 se ubicó en 34,5 por cada 100,000 habitantes, con un promedio mensual de 280 homicidios y 9 víctimas diarias.
De los 3.361 homicidios registrados en 2023, el 87,8 % (2.951) fueron hombres y el 12,2 % (410) mujeres.
Además, se observó que el 71,6 % de los homicidios (2.405) se cometieron con arma de fuego, el 15,5 % (520) con arma blanca y el 6 % (201) con arma contundente.
En términos de rango de edad, los más afectados por la violencia en Honduras son los comprendidos entre 25 a 29 años, detalla el informe del Observatorio, que destaca que el “ajuste de cuentas o sicariato” fue el principal móvil de la muerte de 976 personas, seguido de riñas (415 decesos), problemas con pandillas (205) y delincuencia común (134).
Prevención de la violencia
La violencia se ha vuelto “un problema” en Honduras, según Ayestas, quien subraya la importancia de prevenir la criminalidad y educar a la población sobre “factores de riesgo y de prevención”.
Aunque las estrategias de control y disuasión son importantes, Ayestas considera crucial “avanzar en la prevención de la violencia, dotar de capacidades a las personas para que digan que no a la violencia, para que las circunstancias en las que ocurren estás violencias puedan ser disminuidas”.
El informe del Observatorio de la Violencia indica que entre enero y julio de 2024, se han contabilizado al menos 3,.617 homicidios, por lo que, de continuar con ese índice, el país cerraría el año con una tasa de 26,5 por cada 100,000 habitantes.
Ayestas también mencionó que hasta ahora se han reportado 174 muertes de mujeres en 2024, en comparación con las 411 registradas en todo 2023.
“Las políticas de seguridad deben ser diferenciadas por sexo, una cosa es enseñarle a las mujeres y otra a los hombres, porque en hombres disminuyó, pero en las mujeres aumento esa violencia criminal”, apostilló.
El documento señala que este año se reportan 1.055 muertos en accidentes de tránsito, 466 muertes no intencionales y 207 suicidios.