TEGUCIGALPA, HONDURAS.- “Tegucigalpa no es la misma de cuando yo llegué”, comentó don Elías mientras se mecía en una hamaca que colocó en el porche de su casa. El termómetro marcaba 33 grados centígrados, pero debido a la lámina de zinc de la vivienda se sentía una sensación térmica mayor.
“Yo me vine en 1992; era verde, fresco y estaba menos poblado”, recordó al pensar en el día que dejó su natal Choluteca para venirse a trabajar a la capital.
Las agujas del reloj apuntaban las 3:00 de la tarde, una de las horas en las que el sol cala con mayor intensidad, sobre todo en época de verano.
“Era un cambio bonito”, dijo, refiriéndose a la temperatura de 40 años atrás. “Ahora está casi igual que el sur”, comparó.
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Don Elías quizá se equivocaba, pues ambas ciudades tienen climas diferentes. Sin embargo, tuvo razón en algo: la capital del país ha sufrido cambios relevantes en las temperaturas, lo que los expertos relacionan con el cambio climático.
“Uno aparte de tomar la temperatura de la tarde, empieza a analizar la temperatura de la mañana y al ver ese incremento en la mañana se ve claramente el aumento de la concentración de gases de efecto invernadero”, explicó Francisco Argeñal, director del Centro de Estudios Atmosféricos, Oceanográficos y Sísmicos (Cenaos), sobre cómo se refleja el cambio climático en el aumento de las temperaturas.
En el caso de Honduras es bastante notable, pues en casi 40 años la temperatura máxima media promedio aumentó un grado, pero la situación más preocupante se observa en la mínima que también registró menos de un grado más.
La Unidad de Datos de EL HERALDO analizó los registros de la Agencia Hondureña de Aeronáutica Civil (AHAC) y Cenaos desde 1981 hasta 2020.
La variación es más notable cuando se observa el cambio por mes, de acuerdo con las estaciones donde Aeronáutica Civil y Cenaos ubicaron los equipos para medir las temperaturas, ya sea máximas o mínimas.
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“Esta información se registra todos los días con instrumentos automáticos o manuales (…) son 14 estaciones de las cuales 10 quedaron en manos de Aeronáutica Civil, esas son las estaciones más viejas que tenemos y en ellas se puede ver una tendencia porque tienen contenidos de más de 30 años”, comentó Argeñal.
Por ejemplo, en Tegucigalpa la medición data de enero de 1981, cuando la temperatura máxima alcanzó los 25 grados centígrados y la mínima 14, mientras que en Choluteca llegó a los 33.9 (máxima) y 12.3 la mínima.
En San Pedro Sula (estación La Mesa) la máxima fue de 28 grados centígrados, en cambio la temperatura mínima alcanzó los 19. En La Ceiba la máxima fue un grado superior a la capital y Santa Rosa de Copán apenas superó los 20 grados centígrados.
Para enero de 1982, cuando don Elías llegó a Tegucigalpa, la temperatura máxima en esa ciudad incrementó a 26.8 grados, casi la misma que hubo en enero de 2020, pero con menos sensación térmica.
“En aquellos tiempos las máximas podían andar entre 25, 27 y 28, ahora Tegucigalpa tiene máximas arriba de 30, 32 o 33”, lamentó el decano de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), Nabil Kawas, quien también ve una capital más cálida que años atrás.
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El académico recordó que entre finales de los 60 e inicios de los 70 hubo un día en el que la capital registró la temperatura histórica de 5.6 grados centígrados, algo que no se ha repetido desde hace medio siglo.
“Nosotros vemos que las temperaturas, aún en la madrugada, es muy difícil que lleguen a 10 grados centígrados”, mencionó. En Choluteca el clima cálido siempre ha perdurado, incluso 38 años atrás, pues en enero de 1982 registró 34.5 grados es decir, dos grados más de lo que la capital sufrió en abril de 2020 (el dato más elevado de ese año).
De los registros mensuales de cada estación, abril casi siempre presentó las temperaturas más cálidas, mientras que en diciembre y enero eran más bajas.
La excepción fue la estación ubicada en la ciudad industrial, ya que las temperaturas máximas casi siempre superaron los 30 grados centígrados de enero a septiembre, desde 1981.
En cambio, Choluteca no mostró condiciones menores a los 30 grados, e incluso, hubo meses que casi alcanzó los 40.
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El año más cálido
El 2019 se convirtió en el más cálido del país en los últimos 39 años, ya que las temperaturas máximas alcanzaron los 31 grados centígrados.
La media promedio de la variación que hubo en las 13 de las 14 estaciones durante cada mes indicó que en ese año la temperatura fue punto dos grados superior en comparación con 2020, cuando el termómetro llegó a 30.8.
Estas condiciones tampoco varían mucho de las de 2016, cuando la temperatura máxima promedio alcanzó los 30.6 grados.
Estos años se convirtieron en tres de los seis más cálidos en Honduras y el mundo, un recordatorio de que “el cambio climático avanza con paso firme”, advirtió recientemente Antonio Guterres, secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), quien recalcó que desde 2016 hay un repunte en las temperaturas mundiales, y Honduras no es la excepción.
Los registros analizados por EL HERALDO señalan que desde 2018 la nación no muestra una baja en las temperaturas, al contrario, aumentaron punto tres, cuatro, cinco. Incluso al medir la variación desde 1981 hasta 2020, indica que hubo un incremento de 1.2 grados centígrados en las máximas. En el primer año casi alcanzó los 29.6 grados y en el segundo pasó a 30.8.
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