Tegucigalpa, Honduras
Un abrir y cerrar de ojos basta para pasar a la destrucción total. Los sismos no tienen día u hora para hacerse presentes, tampoco lugar o monitoreo que avise su llegada, solo resta encomendarse a Dios.
En un país como Honduras, donde los movimientos telúricos en los últimos 100 años llegan a 20, el desastre podría estar a la vuelta de la esquina.
Temblor similar
La magnitud del sismo que ocurrió en México ya se reportó una vez en el país.
Con una intensidad de 7.1 en la escala de Richter y con su epicentro en el mar Caribe, el temblor de 2009, que dejó siete personas muertas y más de un centenar de damnificados, es un ejemplo de la vulnerabilidad por la que puede atravesar Honduras.
Zonas vulnerables
José Jorge Cardona, sismólogo de la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco), explicó que son cuatro las zonas en las que el país es más propenso.
Una de estas zonas es la frontera con Guatemala, que incluye los departamentos de Copán, Santa Bárbara y Ocotepeque.
El otro sector es la frontera con El Salvador, particularmente los departamentos de La Paz, Intibucá, Valle y Lempira.
Además, el Golfo de Fonseca e Islas de la Bahía en el océano Atlántico.
“Estas zonas del país son propensas a sufrir sismicidades, lo que pasa es que los sismos no tienen la recurrencia de los huracanes que aparecen todos los años, si no cientos de años después”, comentó.
Cardona explicó que el hecho de que en México se diera un terremoto como el del martes, que dejó más de 300 muertos, centenares de heridos y millonarias pérdidas materiales, no significa que estamos en peligro.
“Esa fue una subducción (una placa que se hunde bajo otra placa oceánica o continental) en México, nosotros también tenemos subducción pero como tenemos una costa tan pequeña en el Pacífico solo afectaría el Golfo de Fonseca'. Eso sí, el experto comentó que hay fallas locales que pueden ocasionar sismos de categoría 5 o 7 en la escala de Richter.
“Hay miles de fallas en el país, lo que pasa es que no están activas, por eso hay un constante monitoreo para ver cuáles podrían causar mayor daño”, comentó.
Cardona reconoció que no hay país en el mundo preparado para este tipo de tragedias.