Tegucigalpa, Honduras. -Cuyotenango, un pequeño municipio en el occidente de Guatemala y fronterizo con México, parecía ser el refugio perfecto para Erlis Antonio León Castellanos, el último eslabón del cártel de los Valle Valle que estaba prófugo de la justicia.
A bordo de una Land Cruiser blindada, el narcotraficante se movía con la confianza de quien ha evadido a la justicia durante más de una década.
Sin embargo, lo que no sabía era que cada giro en la carretera estaba siendo observado por la Policía Nacional de Guatemala, que desde semanas atrás le seguía la pista.
“El requerido era miembro de alto rango de la organización Valle y estaba relacionado con los líderes de la organización; transportaba y almacenaba cocaína y ganancias de la cocaína”, informó la Policía guatemalteca luego del arresto del hondureño.
Por su parte, el Ministerio Público de Guatemala sostuvo que el hondureño “es requerido por la Corte Distrital de Estados Unidos para el Distrito Este de Virginia por delitos relacionados con el narcotráfico y conspiración para el lavado de dinero”.
Una investigación realizada por las autoridades de cumplimiento de la ley, según los fiscales de Guatemala, reveló que el cartel de los Valle transportó grandes cantidades de cocaína a través de Honduras y Guatemala mediante aeronaves no comerciales y transporte terrestre, siendo luego enviado a México con destino final hacia Estados Unidos.
Con una identidad falsa bajo el nombre de José Luis Gómez Marroquín, se había adaptado a su nueva vida en Guatemala, donde se refugiaba desde hace un par de años.
Conocido en el mundo criminal como “Cabro”, no es un desconocido en el narcotráfico. Está casado con Daysi Maribel Valle, una de las hermanas de Miguel Arnulfo y Luis Alonso Valle, principales cabecillas del poderoso cartel de la droga que opera desde finales del siglo pasado en la franja occidental de Honduras.
Sin embargo, la relación de León Castellanos con los Valle va más allá de lo familiar. Fue una pieza clave y de confianza para Miguel y Luis Valle para el transporte y almacenamiento de cocaína.
El hondureño nació el 22 de febrero de 1981 en la aldea Las Flores, El Paraíso, Copán, y desde a inicios de este siglo se involucró en el negocio del narcotráfico.
Realizó millonarias transacciones de dinero
La historia de “Cabro” está marcada por una serie episodios que lo hunden como integrante de cártel de los Valle, según la acusación de la Fiscalía del Distrito Este de Virginia.
El 18 de febrero de 2014, junto a Arnulfo y otros cómplices, traficaron más de 500 kilogramos de cocaína a través de Honduras hacia Guatemala.
Ese mismo día facilitó un depósito de 2,5 millones de dólares en un banco hondureño, dinero que provenía de transacciones de cocaína realizadas a través del cartel de los Valle.
Pocos meses después, el 4 de mayo de 2018, él y sus aliados transportaron enormes sumas de dinero a través de Guatemala, incluyendo aproximadamente cinco millones de dólares en efectivo, que buscaban ingresar a Honduras.
Expediente de conspiración
Con la captura de “Cabro” y su inminente extradición hacia Estados Unidos, se cerrará el expediente de la conspiración en la que figuraban 17 integrantes del cartel de los Valle.
El listado está encabezado por Luis Alonso y Miguel Arnulfo Valle, quienes purgan una condena de 30 años de reclusión en Estados Unidos.
Además, la expolicía Wilmer Carranza y los narcotraficantes Mario Rojel Urbina, Rafael Antonio Santos, Arístides Díaz y Dirlo Nolasco Argueta, cuyas penas oscilan entre cinco y 12 años de prisión.
Asimismo, el guatemalteco José Manuel López, alias “El Che”, los hermanos de los cabecillas, José Inocente Valle y su esposa, Marlen Griselda Amaya, Digna Valle y su hijo Gerson Stanley Ortega Valle, Osman Donay Martínez Guevara y Delis Abner Palencia, quienes fueron condenados a penas menos severas y ya recobraron su libertad.