TEGUCIGALPA, HONDURAS.- La cobertura en educación media del país es una de las más bajas del sistema educativo, debido a diferentes causas, entre ellas el poco interés de los jóvenes por seguir estudiando y la falta de recursos económicos.
Cada periodo escolar son unos 400,000 jóvenes hondureños de entre 15 a 17 años que quedan fuera del sistema educativo; lo que los vuelve presas del trabajo infantil, la migración y del crimen organizado.
De acuerdo a datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) para el 2023 había un total de 544.611 jóvenes de 15 a 17 años, pero de ellos a penas 156.129 asistían a los colegios, alcanzando una cobertura en ese nivel de 28,7%.
En 2019 la cobertura educativa fue de 31,2%, dejando un total de 423.579 jóvenes fuera del sistema; mientras que para el 2021 el número de menores que no ingresaron a clases fue de 427,096, en ese entonces solo el 27.7% de los jóvenes asistían al tercer ciclo de media (bachillerato).
Para el 2022 la cifra se redujo a 364.745, logrando matricular a casi 190.000 alumnos, lamentablemente para el 2023 los datos del INE resaltan que la cifra de los que no ingresaron al sistema educativo volvió a subir llegando a más de 388.000 jóvenes.
En 2024, hay un total de 191,211 jóvenes de entre 15 y 17 años matriculados al sistema, según las cifras preliminares de la Secretaría de Educación.
Sin embargo, al hacer la relación entre el número de población en ese grupo de edad proyectada por el INE, se muestra que son aproximadamente más de 394,000 jóvenes que no están asistiendo a un centro escolar este año, por lo que se requiere desarrollar algunas acciones para aumentar el ingreso de los jóvenes.
Causas de la baja cobertura
Factores socioeconómicos y el desinterés por seguir estudiando son los principales factores del porqué cada años más de 300,000 jóvenes de 15 a 17 años no van a los colegios.
El INE enumeró las razones sociales que motivan la deserción y el abandono escolar en niños y niñas; y entre las principales resaltan la pobreza, el no querer seguir estudiando y el trabajo.
Los datos muestran que para el 2023 más de 308.000 niños y niñas señalan la falta de recursos económicos como una de las causas para no seguir con sus estudios.
Mientras que 169,073 indicaron que no quieren seguir estudiando y 10,674 manifestaron que dejaron las clases por un trabajo.
“En algún momento la baja cobertura en secundaria estaba dada porque no había oferta, pero en los últimos años, en todos los municipios de Honduras hay un colegio y eso se logró abrir una brecha, pero luego de la oferta pasó a un fenómeno que se acentuó en la pandemia y es que ingresan, pero no culminan la secundaria porque la abandonaron”, explicó el nuevo asesor de educación de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ) Marlon Escoto.
El también exministro de Educación resaltó que existe un desánimo generalizado en el sistema educativo por parte de los padres de familia e incluso los mismos alumnos.
“En la secundaria los jóvenes que tienen como cierta autonomía, comparan los dos años o tres años de estudio frente a la posibilidad de encontrar un ingreso aunque sea pequeño o migrar, entonces comparan el valor de la educación y se preguntan para qué se estudia”, apuntó.
¿Qué hacer para mejorar la cobertura?
Entre las razones de estudiar una carrera en secundaria es para mejorar el acervo cultural, emprender, ingresar a la universidad u obtener un empleo.
Sin embargo, en la actualidad convencer a un joven para que termine la secundaria y que eso le va a respaldar en un futuro la posibilidad de un trabajo es más complicado ahora que antes.
En tal sentido, las autoridades deben diseñar ofertas académicas que le permitan al joven reinsertarse al mercado laboral; no obstante, la oferta educativa debe ir de la mano con el plan de desarrollo del país, señalan expertos.
“Para enfrentar el problema se requiere que el estado tenga claridad y certeza hacia donde quiere mover el país y la educación para que las familias vuelvan a creer que vale la pena educar a la población. Cómo convencerlos de que hay que educar aún en medio del desánimo y la crisis en la que vivimos”, señaló Escoto.
Agregó que la escolaridad se volverá atractiva en la medida que haya la posibilidad de emplearse.
Otros expertos indicaron que se deben abordar las causas socioeconómicas, pues muchos padres dejan de enviar a sus hijos al colegio porque no tienen dinero parea costear el transporte y la alimentación de los jóvenes.
Aunque en el nivel medio la tasa de cobertura escolar es la más baja, en los demás niveles también se requiere una profunda intervención, pues actualmente hay cerca de 1.2 millones de niños, niñas y jóvenes que no asisten a las aulas de clases.
Hasta junio del 2023 la tasa de cobertura escolar a nivel nacional era del 59.7%, según el INE; es decir, que de 2.8 millones de menores en edad escolar (de 3 a 17 años) habían registrados 1.7 millones.
En el nivel de prebásica la tasa de cobertura llegó al 32%, para el primer ciclo de básica (de primero a sexto grado) la tasa alcanzó el 91.3% siendo la más alta; mientras en el segundo ciclo (séptimo a noveno) la tasa fue de 49.8%.